Científicos del Centro Nacional Patagónico (CENPAT), dependiente del Conicet denunciaron una campaña para demonizar al guanaco y emitieron un comunicado para “desmentir y aclarar algunas afirmaciones falsas, confusas y carentes de sustento que circularon en los últimos días en diversos medios” respecto de esa especie.
“Se estima que antes de la introducción del ganado ovino, al menos 22 millones de guanacos habitaban la Patagonia en equilibrio con los pastizales. Las adaptaciones de las plantas de la estepa y las de estos animales indican una co-evolución de ambos”, señalaron.
El texto explica que las poblaciones de guanacos desaceleran su incremento poblacional cuando la densidad aumenta. “Esto refuta la idea del crecimiento exponencial y descontrolado que se trata de instalar. De hecho, la especie regula su densidad según la disponibilidad de forraje, mediada por el comportamiento territorial característico de los grupos familiares. Esto permite, amortiguar la presión de pastoreo evitando la degradación de los pastizales por sobrepastoreo de guanacos, como se observara en monitoreos de largo plazo”.
En todos los casos estudiados, cuando se reemplazó el pastoreo ovino por el de guanacos, se observó una recuperación de la vegetación hacia estados más conservados aun a densidades altas. “Entonces, las densidades ajustadas a la disponibilidad de forraje y la ausencia de indicios de sobrepastoreo contradicen la idea de sobrepoblación”.
Los científicos además señalan que tampoco hay evidencia sobre la responsabilidad que se le atribuye al guanaco en la crisis ganadera. “La degradación ambiental, causa principal de esta crisis, es producto de más de un siglo de sobrepastoreo ovino resultante de un manejo deficiente del ganado”.
“Tradicionalmente, la asignación de cargas se realizó en base a la percepción y/o necesidades de los productores que sobreestimaron la receptividad de los campos, con una infraestructura y mano de obra mínima para grandes extensiones, lo cual agudizó aún más el problema. Estas prácticas, salvo excepciones, no se han modificado a lo largo del tiempo pese al desarrollo del conocimiento y tecnologías de manejo, por lo que la degradación de los pastizales continúa. Más del 90% de la superficie de la Patagonia extra-andina presenta algún grado de degradación y por este motivo la actividad ganadera se ha tornado inviable en algunas zonas. En este contexto, es fundamental destacar que durante todo el periodo de declinación abrupta del stock ganadero patagónico, las poblaciones de guanacos estuvieron en sus mínimos históricos por lo que difícilmente pudieron influenciar dicha caída”, apunta el documento del CENPAT.
En cuanto a la competencia entre guanacos y ovinos, bajo condiciones de forraje limitante, el ganado desplaza a los guanacos. “Esto resulta en una segregación donde estos últimos usan recursos que el ganado no es capaz de aprovechar (fondos de cuadro alejados de las aguadas, forraje en altura, plantas no consumidas por el ganado, entre otros) y/u ocupando sitios tan degradados que dejaron de ser aptos para la ganadería”.
En relación a sitios no aptos para la ganadería, los científicos aseguran que debe tenerse en cuenta el potencial del guanaco como una especie con características de “ingeniero de ecosistemas”, dado que las letrinas comunitarias que forman (bosteaderos) funcionan como islas de fertilidad generando sitios de acumulación de nutrientes, humedad y semillas que favorecen la regeneración de la vegetación. “De esta forma, el potencial de generar sitios favorables para el establecimiento vegetal sumado a sus características de pastoreador de bajo impacto y su capacidad de habitar ambientes pobres, señalan a estos animales como una especie con potencial para la restauración natural de ambientes degradados”.
“Por todo lo expuesto, no tiene ningún fundamento pensar que el guanaco representa un riesgo para el ecosistema patagónico. Dicha especie, con una de las fibras más finas del mercado, se presenta como una oportunidad invaluable para diversificar las actividades productivas de la región, complementar una ganadería ovina sustentable y promover la recuperación de las áreas degradadas, en un contexto de cambio climático acelerado. En este sentido, el manejo de los pastizales y las actividades que se desarrollan sobre estos debería definirse sobre el mejor conocimiento disponible, integrando el trabajo desarrollado durante décadas por sectores científicos, técnicos y productivos. El guanaco es uno de nuestros principales atractivos turísticos, es una especie icónica de la provincia del Chubut, de la Patagonia y de su historia”.
Tales argumentos, aseguran, están basados en evidencia y corroborados por décadas de estudios llevados adelante por la comunidad científica del Conicet y otras instituciones científico-técnicas.
Por último, CENPAT indicó que “se pone a disposición de las autoridades provinciales competentes para proporcionar toda la información científica pertinente así como la experticia de sus investigadores en el tema a los fines de tomar decisiones responsables y consensuadas en beneficio de todos los habitantes chubutenses y de la sostenibilidad de la especie”.
La solución es sencilla, que es el Estado provincia expropie todas las tierras, luego convoque a todos los científicos del CONICET que hicieron este estudio, les traspasa por leasing las tierras con la obligación de vivir en ellas de lo que produzca el guanaco, y todos contentos. Por supuesto la gendarmería nacional se encargará de impedir que se escape ningún científico.
La solución es aún más sencilla, que los ganaderos no mientan y se hagan cargo de su ineficiencia como productores.
Hace años vienen buscando la aprobación para llevarlos al matarife.
Paupérrimo comentarios.
Quizás la solución sería empezar a ser un poco menos cabeza dura y analizar seriamente la evidencia (aunque esté en contra de los prejuicios e ideas que uno pudiera tener) para buscar una solución sostenible en el tiempo.
Destruir todo para ganar un par de monedas hoy, sólo evidencia la capacidad limitada de algunos.
IMPECABLE y esperado documetno del CONICET, que pone las cosas en su lugar. Chapeau!
Cuando no los kekarios del CONICET, a favor del mal y jamás del que produce. Y menos si el afectado pertenece a la agroganaderia. Una vergüenza que siga esa farsa del CONICET sin tomarle examen a cada uno de los supuestos investigadores.
Cuándo no el que produce a favor de su bolsillo sin importar el desastre que genera. Total, después llora esperando que los estados le compencen cuando ocurren problemas que ellos mismos favorecen.
Soy agronomo y no tengo nada que ver con el Conicet, trabajo para una empresa agropecuaria, esto que dice el Conicet lo sabemos todos, el guanaco no desertificó jamás en su historia en la patagonia, sí lo hizo el sobrepastoreo ovino, junto al calentamiento global son las causas de la caida del negocio lanar, nada tienen que ver el guanaco ni el puma, en todo caso los jabalies, perros cinarrones y especies introducidas e invasoras, pero echarle la culpa al guanaco que estuvo miles de años en la patagonia sin causarle ningun problema es hasta ridiculo, usemos argumentos serios para encontrar soluciones mejoradoras
El guanaco es un camélido nativo de sudamerica , junto con otros tres. No hay que estudiar tanto para saber que está adaptado a su entorno y convive con el en armonía. La especie invasora , es el ovino y es el que destruye el ambiente, porque los productores en su mayoría quieren maximizar sus ganancias al menor costo posible. Entonces hay que exterminar toda la fauna autóctona y permitir que los productores ovinos conviertan a La Patagonia en un desierto irrecuperable.
Soy agronomo y no hay mucho para discutir, el guanaco está hace miles de años en poblaciones mas grandes que las actuales y nunca le trajo problemas a la estepa patagonica ni a ningun otro ambiente; el sobrepastoreo ovino, la alta carga animal al que fue puesto ese ambiente tan fragil durante mas de cien años produjo la desertificacion de grandes extensiones, que junto al cambio climatico (calentamiento global) produjo la caida del negocio lanar; hoy con menos ovejas recuperó habitat el guanaco y su predador el puma. No seamos negadores de la realidad, ya que estos argumentos berretas que ofrecemos no le suman a nadie.
Excelente comentario! No sé trata de ir en contra de los productores, a nadie le gusta que otro se quede sin laburo. Pero hermano la realidad es esta, recontra explotaron todo y le echan la culpa al que vive y está adaptado hace milenios
Hace más de 10 mil años que el Guanaco vive aquí, hay que tener poco cerebro para pensar que en 150 años se les ocurrió destruir todo.
La lógica, son 150 años de introducir un animal adaptado a otro entorno más abundante, ahora se les está acabando la cuerda, bastante tiraron. Pero bueno, el verso del cordero patagónico hay que seguir sosteniendolo a como dé lugar.
Hay 2 pastos. Si oveja y guanaco comen 1 pasto cada uno, entonces las soluciones son 3. Sólo 2 guanacos, sólo 2 ovejas o un equilibrio entre guanaco y oveja.
Hay 2 pastos. Guanaco y oveja comen cada uno 1 pasto. Las posibles soluciones son 3. Sólo 2 guanacos, sólo 2 ovejas o un equilibrio entre guanaco y oveja.
Soy productor ganadero, hace 5 años cerré el campo, porque entre predadores de 4 y 2 patas, me dejaron sin hacienda. Ahora el pastizal se recuperó, pero los predadores se dispararon y el precio del dólar no compensa los gastos. La actividad está desapareciendo y no hay forma de adaptación. Se ha perdido fuentes de trabajo, un producto de exportación que trae divisas y se despueblan áreas. Creo que habría que apuntar la investigación a solucionar estas condiciones, en el mas amplio espectro, natural, social y económico. La mirada debe ser amplia porque mientras nos peleamos con la fauna hay muchos otros factores implicados.