Digna Hernando fue presidenta de la Sociedad Rural de Comodoro Rivadavia, es decir que conoce los problemas del sector productivo, de allí proviene. Su militancia en Juntos por el Cambio la llevó ahora a ser designada como nueva ministra de Producción de Chubut. Este salto de lo privado a lo público, sin dudas, la pone frente a la enorme responsabilidad de ser consecuente con sus acciones, y de intentar dar respuesta a una lista de reclamos acumulados por el sector agropecuario. Para eso, tener claro el diagnóstico es clave.
“Chubut es un es una provincia con muchísimos recursos naturales y humanos, que ha sido mal manejada durante mucho tiempo, y donde la actividad productiva no ha sido de interés de los diferentes gobiernos”, dijo la productora y también funcionaria en una charla con Bichos de Campo.
Luego explicó que la provincia “básicamente ha centralizado sus recursos e ingresos en la actividad petrolera y ha descuidado al resto de las actividades, inclusive la ovina, que tiene dificultades mayores que otras e inmensas posibilidades a futuro. Lo que pasa es que hay que generar las condiciones para que esa potencialidad surja. Eso significa que hay que modificar los sistemas productivos en algunos aspectos”, añadió.
Se desprende de eso una doble lógica que para Hernando debe ser atendida a la par. A nivel macro, mejorar las condiciones del tipo de cambio, reducir la presión impositiva, atenuar los costos adicionales salariales por la producción en “zona desfavorable”, como una forma de retornar competitividad a la producción provincial.
“La región patagónica tiene un diferencial en los salarios que en el caso de la actividad agropecuaria es del 20%. Hay otras actividades que tienen inclusive alícuotas mayores. Lo que ha producido esto en el tiempo es que todo en estas provincias es 20% más caro, porque obviamente como está en la mano de obra de todas las actividades, ese costo adicional se traslada absolutamente a todo. El actual gobernador, Ignacio Torres, presentó un proyecto siendo senador referido a este tema, donde planteaba que eso pudiera ser tomado como un pago a cuenta de otros impuestos para reducir el impacto”, explicó la ministra.
De acomodarse esas variables vinculadas a la política económica nacional, la rentabilidad de los productores podría crecer, no sin antes reestructurar también factores internos.
“Hay una serie de otros aspectos de la actividad productiva que pueden ser trabajados, que tienen que ver con cómo reducir las pérdidas que producen, por ejemplo, las cuestiones climáticas. Y eso tiene que ver con cambios en las metodologías de trabajo, en intensificar aspectos de la actividad ovina, en mejorar los porcentajes de señaladas, en tener menores pérdidas en época de pariciones, en la suplementación”, detalló Hernando.
“Después tenés el costo logístico para la Patagonia. El costo del transporte suele ser en generar mayor que el costo del producto que se transporta. En función de eso, lo que queremos desarrollar es la generación de alimento para el ganado en la forma lo más cercana posible a su uso”, agregó.
-En general se nota una involución muy grande en la cuestión ovina. Debe haber productores muy tecnificados, productores grandes y competitivos, pero también hay un gran número de pequeños productores que no llegan a la escala necesaria y van desapareciendo. Hay una cuestión productiva y social.
-Sí, por supuesto que sí. La falta de rentabilidad lleva muchos años y la descapitalización ha sido muy fuerte, así como la cuestión climática. Los años de sequía han conspirado con la continuidad de la actividad, tal como estaba planteada hace 20 años atrás. Las condiciones generales han cambiado y eso hace que, por ejemplo, la posibilidad de tener determinada cantidad de animales en los establecimientos que se ha reducido en gran parte de la provincia a la mitad. Los campos no producen la cantidad de alimento que producían hace 20 años atrás.
-¿Y se llega con esto que proponen o se requiere de un buen plan nacional de relanzamiento del ovino y de la Patagonia? Con mucha ayuda del Estado central.
-En realidad, lo que tiene que garantizar el Estado Nacional es que tengamos un tipo de cambio en el cual los costos de la actividad se manejen con el mismo valor de referencia que las ventas.
-Que el precio te alcance para cubrir los costos.
-Esto tiene que ver con el tipo de cambio, que sin lugar a dudas tiene un impacto muy negativo. Y por supuesto, la reducción de costos adicionales, es decir, impuestos que no tienen demasiado sentido, trámites que para el productor rural son complicados, porque no nos olvidemos que vivimos en una provincia que tiene grandes falencias en lo que es infraestructura en el interior del territorio. Internet ausente en muchos lugares, dificultad con las rutas nacionales, y el acceso a la educación. Muchas veces en la mayoría de oportunidades los jóvenes emigran para continuar sus estudios y eso hace que después no regresen al campo, y que se vaya despoblando. Hoy en el área rural hay muchísima menos población de la que había hace unos años atrás.
-Con lo cual es una solución no solo productiva, si no una en la que tienen que intervenir todos los sectores para pensar a largo plazo la recomposición del entramado productivo y social en la Patagonia.
-Por supuesto que sí. Y como consecuencia de esto han sucedido algunas cuestiones en las que el despoblamiento ha tenido mucho que ver, por ejemplo, el aumento de los predadores, que son un factor muy importante hoy, que afecta de forma muy negativa a la producción. La situación de rentabilidad que ha tenido el sector en los últimos años ha hecho que muchos campos hayan ido quedando desocupados. Mucha gente mayor que ya no está en condiciones de seguir trabajando su campo por una cuestión de edad, y sus hijos que han migrado a las ciudades para tener la posibilidad de estudiar, hace que tengamos un sector de campos cerrados, sin actividad muy importante. En Patagonia, principalmente Chubut y Santa Cruz, han cambiado de signo político. Son gobernadores jóvenes que tienen una mirada muy importante respecto de lo que tiene que ver con la producción en general, pero también en especial en la actividad ganadera.
-Vos ves una postal de la Patagonia bellísima en términos naturales, pero con el sujeto productivo participando.
-Soy una convencida de que la Patagonia es maravillosa y tiene postales increíbles con el productor, con lo que ha sido el desarrollo de esta provincia. No nos olvidemos que el poblamiento de Chubut ha sido originariamente para la producción agropecuaria. Así se formó la provincia y los colonos realmente vinieron a producir. Es parte de nuestra historia y también debe ser parte de nuestro futuro, sin duda.
-Con lo cual no te imaginas esa postal sin gente.
-No, yo creo que la presencia de la gente y de la producción también colabora con el cuidado del ambiente. Todo tiene que ver con la manera en que se desarrollan las actividades. A veces no necesariamente cambiarlo por otro tipo de actividades es lo que garantiza la sustentabilidad de los ecosistemas. Hay muchos lugares donde se ha demostrado que una carga inadecuada de turismo, por ejemplo, puede ser igualmente perjudicial para un determinado ecosistema. Hay que lograr, como en todas las cosas de la vida, el equilibrio.