El informe semanal del Rosgan sobre el mercado de hacienda volvió a poner la lupa en la exportación de carne bovina, un negocio que en julio mostró buenos números en comparación con el año pasado, pero que a partir de agosto deberá acomodarse a un escenario internacional cargado de incertidumbre.
Según el relevamiento, en julio de 2025 Argentina exportó 62.200 toneladas peso producto, por un valor de 346,9 millones de dólares. La comparación con junio arroja una caída del 1 % en volumen, aunque con un crecimiento del 5,5 % en facturación. En el contraste interanual, el resultado es mucho más favorable: las ventas externas crecieron un 9,7 % en volumen y un 51,7 % en valor.
El impulso vino de los precios. El valor promedio de la carne exportada fue de 5.577 dólares por tonelada, un 6,6 % más que en junio y un 38 % por encima del registro de julio de 2024. Esa mejora se siente también en el acumulado de los primeros siete meses del año: 376.245 toneladas exportadas, por 1.943 millones de dólares. Aunque el volumen cayó 14,5 % interanual, la facturación aumentó un 17,6 %.
El Rosgan destaca que los cortes frescos y refrigerados mejoraron un 23 % interanual en precio, mientras que en el segmento de congelados sin hueso, donde China concentra el 76 % de los embarques, la mejora fue de casi el 40 %.
En este punto aparece la primera advertencia. Si bien China sigue absorbiendo más del 70 % de la carne argentina, en julio las ventas a ese destino fueron de 44.842 toneladas, lo que implicó una caída del 7 % respecto de junio. El Rosgan advierte que esta tendencia podría profundizarse en agosto, en un contexto marcado por la disputa arancelaria entre Brasil y Estados Unidos.
Brasil, que hasta julio venía aumentando fuerte sus embarques al mercado chino, con un salto del 18 % entre junio y julio y un 15 % de crecimiento en el primer semestre, quedó desde agosto con un arancel final del 76,4 % para ingresar a Estados Unidos. Esa barrera lo obliga a redireccionar volúmenes y el principal destino al que apunta es, justamente, China.
El problema para Argentina es que tiene un competidor con mayor escala y precios agresivos empujando carne al mismo mercado que concentra tres cuartas partes de nuestras exportaciones.
Otro dato que el informe señala es la evolución de los stocks en China. La consultora OIG+X mide un índice que muestra cómo evolucionan las existencias de carne importada almacenada. Ese indicador, que toma base 100, subió 10 puntos en lo que va del año y ya está en 85 %.
Esto, interpretan los analistas, no solo refleja un mayor ingreso de carne desde el exterior en los últimos meses, sino también dificultades del mercado chino para absorberla. Con un trimestre clave por delante —septiembre a noviembre suele ser el período de mayor demanda—, el desempeño de ese lapso será decisivo para definir el balance del año.
Hasta julio, las exportaciones de carne vacuna argentinas sumaron 376 mil toneladas, unas 54.500 toneladas menos que en 2024. Para compensar y alcanzar las 769 mil toneladas exportadas el año pasado, el Rosgan calcula que sería necesario aumentar los embarques un 25 % en los meses restantes.
El objetivo, dicen, luce ambicioso. Los precios ayudan, pero la combinación de competencia brasileña, stocks chinos en alza y dependencia de un único mercado dejan el tablero cargado de riesgos.