China habilitó la posibilidad de importar sorgo uruguayo y sumó así a un nuevo proveedor global de ese producto forrajero clave para la cadena agroindustrial de la nación asiática.
El titular del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca de Uruguay, Fernando Mattos, suscribió este martes, con el embajador de China, Wang Gang, el protocolo de requisitos fitosanitarios para la exportación de sorgo de Uruguay a esa nación.
Hasta el momento existen más de veinte empresas registradas con interés para participar en la exportación del ese grano a China, las cuales deberán ser autorizadas por la nación asiática de manera individual.
Durante la firma del protocolo, Wang Gang manifestó que China importa sorgo por más de 3000 millones de dólares anuales y señaló que se está trabajando para habilitar el ingreso de estómagos y lenguas bovinas uruguayas al mercado asiático.
El espejo de lo sucedido en la Argentina muestra el potencial del cultivo forrajero en Uruguay, dado que el interés chino por importar sorgo argentino provocó a partir de 2020 un auténtico “terremoto” comercial en un cultivo que hasta poco tiempo atrás era considerado marginal.
Para tener una idea de ese fenómeno, vale mencionar, por ejemplo, que el valor del sorgo ayer martes con entrega en las terminales de la zona norte de la ciudad de Rosario fue en promedio de 40.183 $/tonelada, una cifra superior al precio del maíz enviado a ese mismo destino (39.723 $/tonelada).
Datos oficiales muestran que en 2021 las exportaciones argentinas de sorgo con destino a China fueron de 2,229 millones de toneladas por un valor FOB de 518,9 millones de dólares, mientras que en los primeros nueve meses de 2022 sumaron 1,524 millones de toneladas por 412,6 millones de dólares.
La mayor parte del sorgo producido en China se destina para elaborar una bebida alcohólica tradicional, denominada baijiu, mientras que el grueso del producto importado se usa con fines forrajeros.
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