Un informe de Aapresid (la asociación argentina de la siembra directa) confirma el asombro de agrónomos y productores por el rápido avance hacia la región agrícola núcleo de la enfermedad del maíz llamada Spiroplasma a través de un insecto vector conocido como “chicharrita”. Aunque el horno no está para bollos (ni bromas) por el daño que está provocando en los lotes sembrados con ese cultivo, del informe llama la atención que la llegada de esa enfermedad se adelantó casi treinta años y que su avance coincide con los tiempos políticos del liberalismo en América Latina.
¿Es la Spiroplasma una enfermedad que vino con Javier Milei? ¿Se quedará entre nosotros?
¿Qué dice el documento de Aapresid? En principio que esa enfermedad “está siendo la principal amenaza fitosanitaria para la producción de maíz en el país, mientras que su vector la chicharrita trepó a la fama como plaga clave del cultivo”, ya que como vector “es uno de los engranajes fundamentales de un complejo patosistema que, entre otros virus y bacterias, incluye a Spiroplasma kunkelli, causante del achaparramiento del maíz”.
¿Y qué tiene que ver con el liberalismo que ahora gobierno en la Argetnina?
Bueno, recuerda Aapresid que “esta enfermedad fue vista por primera vez en Argentina en los ‘90 en el NOA y luego fue extendiéndose al NEA hasta llegar al centro del país”. No es necesario recordar que en esos tiempos el presidente fue Carlos Menem, uno de los principales referentes políticos de Milei.
Luego, sigue diciendo Aapresid, en las campañas agrícolas “2018/19 y 2019/20 ganó relevancia especialmente en el centro del Chaco, causando pérdidas significativas en maíz”. En ese momento terminaba el gobierno de Mauricio Macri, otro de los aliados políticos claves del actual presidente libertario.
Coincidencias o no, con el peronismo nuevamente en el gobierno y Sergio Massa acumulando poder para lanzar su propia candidatura, los mapas agrícolas de la REM (Red de Manejo de Plagas) que manejan en Aapresid, para la campaña 2021/22 “mostraban a la plaga restringida principalmente a maíces tardíos en el NEA y NOA (Chaco, Santiago del Estero, Tucumán y Salta) y algunos departamentos del norte santafesino”.
En aquel momento, para contener la chicharrita fueron necesarios tratamientos en el 32% de los lotes en el NEA y el 11% en el NOA.
Con la campaña gruesa 2022/23, que coincidió con el último proceso electoral en la Argentina, “los resultados de las encuestas encendieron las alarmas”, afirma el informe agronómico. Dalbulus maidis y Spiroplasma aparecieron como las plagas de mayor importancia en maíz tardío. Y “fue tal la presión de esta dupla, que superó a otras plagas relevantes del cultivo, como Spodoptera, Helicoverpa o Dichelops, y enfermedades frecuentes como las podredumbres de tallo y raíz y tizón”.
Ahora, con Milei ya en el gobierno (el Presidente le podría ahora decir “chicharrita” a su vicerepsidenta Victorial Villaruel, como ella lo llamó “jamoncito”), “los reportes preliminares evidencian un preocupante avance de su distribución hacia toda el área productiva argentina”. Según Aapresid, Córdoba y Santa Fe en el ojo de la tormenta. Vale recordar que en Buenos Aires por ahora sigue gobernando el peronismo.
Al parecer, toda esta invasión de chicharrita y Spiroplasma se adelantó. “Un estudio de 2019 ya advertía la gran adaptación de la chicharrita en prácticamente todo Brasil y norte de Argentina”, dice el informe. Lo del vecino país no sorprende: coincide con el periodo de gobierno de otro referente de Milei, el ex presidente Jair Bolsonaro.
Aquella investigación sobre la chicharrita preveía “un desplazamiento hacia el norte de Córdoba y Santa Fe para el año 2050, bajo un escenario de calentamiento global”. Es evidente entonces que este fenómenos se ha acelerado.
Dice Aapresid: “Los investigadores hacían referencia a que el escenario futuro de mayores temperaturas podría aumentar la incidencia de la enfermedad en estas zonas. Lo que nadie esperaba es que este impacto directo del cambio climático en la distribución y gravedad de las plagas iba a llegar antes de lo que se presumía”.
Pero es así, los libertarios (o la spiroplasma) se han beneficiado prematuramente con el calentamiento global del que ellos mismos muchas veces descreen. O de la calentura de la gente con la política.
Ahora hablando en serio, la gente de Aapresid está muy preocupada. Y puso a su red REM a elaborar una serie de consejos, incluso pensando en “colaborar regionalmente para coordinar decisiones conjuntas. Por ejemplo, concentrar las siembras por región (evitando el escalonamiento), eliminar los maíces guachos de los lotes, recabar datos del minuto a minuto en cada lote y realizar relevamientos y controles a nivel regional”.
“La difusión de información, el trabajo en red y la adopción de medidas proactivas son la clave para encontrar soluciones efectivas y sustentables”, sostienen desde la REM.