Otra vez el gobierno argentino intenta disfrazar una política unilateral de una nación como un logro propio de gestión de política comercial.
Tal como sucedió días atrás con una supuesta “cuota” de exportación de carne vacuna habilitada por Israel, ahora un comunicado oficial sugiere que la reapertura del cupo especial de importación de harina de soja por parte de India se logró gracias a la gestión del canciller argentino.
“India aumenta la compra de harina de soja: Abren cupo por 550.000 toneladas, un negocio de US$ 220 millones”, indica el comunicado difundido hoy por Cancillería.
“Luego de la visita del canciller Santiago Cafiero y de la reunión que mantuvo con el primer ministro Narendra Modi, con quien dialogó entre otros temas acerca de promover una agenda del Sur Global y la importancia de la coordinación de ambas naciones en foros multilaterales como la OMC y el G20 basada en las economías emergentes, la India dispuso la ampliación de compra de harina de soja a 550.000 toneladas, lo que representa aproximadamente unos 220 millones de dólares”, asegura el comunicado.
La Argentina exportará 550.000 toneladas de harina de soja a India: ingresarían US$220 millones https://t.co/UQMiVB3MN2 a través de @LANACION pic.twitter.com/mmheenMbqk
— Unión por la Patria en los medios (@UxPenlosmedios) April 29, 2022
Cafiero afirmó que “el objetivo de la gira fue incrementar el intercambio bilateral en productos como el aceite de soja y girasol y sumar más oferta exportable argentina como es el aumento del cupo para harina de soja”.
La realidad es que, tal como explicó ayer Bichos de Campo, el gobierno de India habilitó un cupo de importación general de 550.000 toneladas de harina de soja elaborada con granos transgénicos, abierto hasta el próximo 30 de septiembre, que puede ser empleado por cualquier país exportador del producto, es decir, no es una medida destinada exclusivamente a la Argentina.
La motivación detrás de esa medida no forma tampoco parte de la agenda externa del gobierno de India, dado que, tal como ocurrió el año pasado, la cuota se habilitó para solucionar un problema de desabastecimiento interno de harinas vegetales proteicas que provocaron un aumento desproporcionado de los precios del producto.
De hecho, el año pasado India habilitó un cupo especial de importación temporario de 1,20 millones de toneladas de harina de soja, el cual terminó generando compras totales de unas 620.000 toneladas, de las cuales Argentina contribuyó con 157.500 toneladas. Las restantes fueron aportadas por Brasil, EE.UU. y, en menor medida, Vietnam, Bangladesh y Tailandia.
En otro orden, esta semana se aceleraron las conversaciones que se vienen desarrollando en el último año entre el Mercosur e India para gestionar un cupo de exportación de aceite de girasol y de soja libre de aranceles.