Según la Cámara del Tabaco de Salta, la producción tabacalera en la provincia es una actividad que nuclea a más de 25 mil familias. Generaciones y generaciones de tabacaleros apuestan, cada año, a este cultivo, siendo uno de los más importantes del NOA.
El domingo pasado, en horas de la siesta, una importante granizada se precipitó sobre los campos de Chicoana y El Carril, afectando los cultivos de tabaco. Se trata del corazón del cultivo. “Cayó piedra sin llover durante más de 20 minutos. Primero fue un granizo más grande y luego fue reduciendo su tamaño”, comentan preocupados los productores de la zona.

Bichos de Campo conversó con Darío Raposo, nuevo presidente de la Delegación Zonal Chicoana de la Cámara de Tabaco salteña. Con 33 años, pertenece a la cuarta generación familiar que produce tabaco en el Valle de Lerma. “Mi papá también fue vicepresidente de la cámara como mi tío Jorge Montañez que fue el productor más grande del mundo entre el año 77, 78 con más de un millón de kilos entregados. Hacía más de mil hectáreas de tabaco que era mucho para en ese momento”, se presenta orgulloso este joven dirigente y productor.
-¿Cuánta superficie afectó el granizo?
-Tenemos contabilizadas 1.300 hectáreas, algunas ya estaban pronto a cosecharse y otras que estaban en proceso, en crecimiento. Ahora estamos esperando los resultados del seguro de la Mutual de Productores que ya recorrieron la zona e hicieron la investigación sobre la rotura que tuvieron los tabacos. En base a eso sabremos lo que se puede reconocer para afrontar un poco la inversión realizada.
-¿Cuál es el nivel de pérdida y si algo de todo eso se puede recuperar o no?
-Se puede recuperar al tabaco, pero te atrasa bastante el trabajo que vos venías realizando. La pérdida se la notará en el momento del estufado, en el momento de la cosecha. Ahora la hoja no es tan fuerte y se puede cortar, se tiene mucha pérdida. No es la misma hoja que la que vos cosechas sin piedra, es más débil.
-¿Todas estas 1.300 hectáreas están aseguradas?
-Mayormente están todas aseguradas por la Mutual. Hay un fondo para repartir entre los productores en casos como este. Últimamente estaba siendo muy bajo ese fondo, por las circunstancias que estamos viviendo, termina siendo muy baja la remuneración si la comparamos con lo que nosotros estábamos invirtiendo, que alcanza los 10 millones de pesos por hectárea.
-¿A usted cuánta superficie se le vio afectada?
-A mí 15 hectáreas. Yo hago 30, pero de forma escalonada. Tengo toda la estructura a base del tabaco, un tractor, todas las maquinarias, pero hago bien separadito para no estar peleando con el tiempo, ni con la gente.
-¿Cuáles son las recomendaciones agronómicas que se hacen cuando suceden estos eventos?
-Siempre están las recomendaciones de la Cooperativa de Productores tabacaleros de Salta y de la empresa Alliance One, que recorren los campos, dando información con sus ingenieros y técnicos que tienen en cada zona. En general recomiendan productos para que pueda llegar a evolucionar más rápido el cultivo y para que cicatricen las heridas que deja la piedra, así no ingresan hongos u otras enfermedades. Todo tiene un nuevo costo, pero hay que pensar en el retraso del cultivo y en las enfermedades que pueden afectar peor el rendimiento después.
-¿Estos son eventos recurrentes?
-Pasan todos los años en distintas zonas. El año pasado sucedió por la parte de Rosario de Lerma, de Quijano, de Las Silletas, para el lado de Güemes también cayó bastante piedra. Sabemos que esto puede pasar en cualquier momento hasta en el transcurso de la cosecha
-¿Cómo está viendo el sector?
-Todos los productores pensamos que el precio no nos está conviniendo. El dólar está un poco calmado, como asentado, pero igual es alto para la compra de los insumos. El precio de venta es de 3.800 pesos por kilo de la calidad superior, que se entrega en fardos de 50 kilos, aproximadamente. En general, frente a esta situación de costos altos y valor bajo de la producción, se está notando una merma en la superficie. Los que hacían 40 hectáreas hoy están bajando a 20. No quieren salir del sistema, pero la mayoría apuesta menos. Algunos que están complementando con otras actividades, por ejemplo, vacunos, chancheros, pero a baja escala. Otros están haciendo rotar o la hacen descansar o bien ponen maíz, poroto o algo de ají que acá en la zona.

-¿Cómo están viendo el tema de Fondo Especial del Tabaco?
-El FET es un gran aporte para el sector. Siempre se viene hablando de la quita, tanto de gobiernos anteriores como de ahora. Muchos dicen que en el sector tabacalero somos todos ricos, pero la mayoría está subsistiendo con ese fondo, que en realidad derrama en todo el valle de Lerma. ¿Por qué? Porque el productor lo distribuye en su empleado, al gomero, al panadero, al kiosco, a todo lo que hay en Chicoana. Esta zona se mueve al tener el tabaco y si el FET se perdería quedaríamos como pueblos olvidados, como cuando el tren dejó de pasar en el interior. Espero que este año sea algo positivo tanto para todo el sector tabacalero y que podamos llegar a mejor fin y poder tapar las deudas que venimos teniendo.
-¿Están con muchas deudas?
-Sí, exactamente, venimos arrastrando deudas desde hace un año, dos años atrás. Especialmente con las compañías, por ejemplo, con Alliance o con la Cooperativa, ellos te dan el abono, el fertilizante. Todas esas ayudas ellos te dan porque te la financian a cosecha. Ahora, vos no tenés una buena cosecha y no llegas con la cantidad de kilos que necesita para tapar esa deuda.
-¿Y qué sucede?
-En algunos casos queda ahí, en otros van acumulándose intereses y hace que para el productor termine siendo impagable o que, con una buena cosecha, termine pagando la campaña anterior. Se hace una rueda que es muy difícil sobrellevar. Esa es la situación, las empresas ayudan económicamente, el FET ayuda, pero, últimamente, le está costando mucho al sector tabacalero. Cualquier cosa que necesitamos está muy cara. Una goma para el tractor, una bomba de agua, el gasoil aumenta todas las semanas.

-¿Usted es nuevo en esta función de la Cámara?
-Si, tengo dos años más de periodo. Junto con el grupo la Renovación Tabacalera estamos trabajando fuerte, son nuestras primeras armas en el gremio porque somos todos hijos de productores, jóvenes que siempre hemos estado al lado de los padres trabajando y, en esta oportunidad, hemos decidido sumarnos al gremio con nuevas ideas, generando y circulando información, con nueva maquinaria, viendo la forma de ayudar al productor.




