Por estas horas el personal del área de prensa y comunicación de Alberto Fernández sigue sorprendido: ¿Quién hubiera pensado que un carpincho sería la solución para dejar de hablar de la foto del cumpleaños de Fabiola Yáñez? Para aquellos lectores distraídos, la semana pasada las redes sociales se inundaron de referencias sobre la presencia de un número creciente de carpinchos en la zona residencial de Nordelta, localizada en el partido bonarense de Tigre.
El hecho tomó notoriedad cuando varios vecinos comenzaron a notificar la presencia de numerosos ejemplares de este roedor alrededor de sus casas, e incluso algunos denunciaron que varias mascotas fueron lastimadas por estos animales. Las imágenes, burlas y memes no se hicieron esperar y en cuestión de horas el tema de los capinchos invasores era “trending topic” en Twitter.
"Carpinchos recuperando el territorio de humedales." – Pintura al óleo, 2021 pic.twitter.com/1bPtxaSF0B
— 𝕄ica (@micamertian) August 21, 2021
Y entre el barullo generado por tantos memes y placas apocalípticas de Crónica TV, surgió el debate por la real situación de este animal en la provincia, que especialistas coincidieron en que fue injustamente desplazado de su hábitat natural por los proyectos inmobiliarios desarrollados en Tigre.
El carpincho (Hydrochoerus hydrochaeris) es un roedor herbívoro anfibio, que por su tamaño resulta el mayor de los roedores vivientes. Está presente en gran parte de Sudamérica. Un ejemplar adulto puede llegar a pesar 60 kilos y a medir más de un metro de largo.
Si bien desde la Unión Internacional de la Conservación de la Naturaleza (UICN) se lo considera un ejemplar de preocupación menor, llegando a ser incluso amigable con el hombre, no se recomienda bajo ningún aspecto su tenencia como mascota por lo difícil que puede ser cuidarlo y asegurar su bienestar.
El Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible de la Nación señaló que “los carpinchos son animales que viven en zonas de humedales, son herbívoros y no representan ningún peligro para las personas u otras especies en tanto no son predadores”, y echó culpas sobre el avance en la urbanización de los humedales, que provocó la exclusión de estos animales “de ecosistema”.
https://twitter.com/AmbienteNacion/status/1428518753814339594
La ministra de Seguridad de la Nación, Sabina Frederic, se asomó en medio de la polémica y dijo que esta es “una manera en que la naturaleza le devuelve a las personas el daño que le hacen”. Y como si fuera poco, Juan Grabois expresó que “si tocan a uno, nos tocan a todos” (sic).
Ahora bien, mientras los vecinos de Nordelta se agarran la cabeza y las autoridades intentan ordenar la situación, desde el otro lado del charco los uruguayos se sorprendieron por la noticia, ya que en ese país el carpincho es un animal muy preciado, tanto así que lo llevan en su moneda de dos pesos.
Ya que está de moda hablar de los carpinchos, en Uruguay los tenemos en las monedas. Podrán?? pic.twitter.com/6ec430FDGU
— flo (@reuruguaya_) August 21, 2021
“Es sumamente productivo. Tiene una conversión (de alimento en carne) seis veces superior a la de una vaca y eso es lo que se aprovecha”, dijo a Bichos de Campo Walter Cabrera, hombre a cargo del proyecto “Los Capibaras” en Maldonado, Uruguay, donde se crían carpinchos para comercialización. “El precio depende mucho del lugar y de la oferta que haya, pero rondan los 200 o 300 dólares”, aseguró.
Dicha empresa tiene como objetivo la cría de carpinchos en semi-cautiverio y a campo natural, para su venta a otros criaderos o para uso industria, dado que pueden ser faenados para aprovechar tanto la carne como el cuero.
“Hay que tener respeto por estos animales hasta el último momento en que están con uno, y hay que desmitificar que sean agresivos. Es lógico que si un perro lo ataca se trata de defender. Y si uno toca a un carpincho chico toda a manada vendrá a salvarlo. Hay que aprender a convivir y trabajar con las capturas puntuales para relocalizarlos”, indicó Cabrera.
https://twitter.com/tatianatayl/status/1429273909522747397
La situación llegó a hacerse eco incluso en la embajada de Japón en Argentina, desde la cual emitieron un comunicado afirmando que en ese país “aman a los carpinchos”, hasta el punto de tener su propia serie de animé.
Y, finalmente, una buena parodia para cerrar el artículo.
https://twitter.com/paisdebolu2/status/1428501672230326273