Carlos Federico Kohn integra desde hace décadas el negocio de la carne en Tucumán y entiende mucho sobre el sistema productivo y comercial de esa cadena. Escribió estas líneas para Bichos de Campo criticando el reciente anuncio del gobierno sobre créditos baratos para que unos 2.000 feedlots registrados que existen en el país puedan financiar sus compras de maíz, con el presunto objetivo de incrementar la oferta de carne. Para Khon, lejos de beneficiar a la cadena, esa medida será distorsiva y podría perjudicar al resto de los jugadores.
Las nuevas medidas de funcionarios del gobierno destinadas a otorgar créditos con tasas subsidiadas a través del Banco Nación (BNA) a los establecimientos engordadores de hacienda a corral (feedlots) tienen el sello inconfundible de gente que conoce poco del negocio de la carne vacuna en Argentina.
Estos créditos serán otorgados para la compra de maíz, uno de los insumos de la ración para terminar la hacienda, con el argumento de volver a “poblar los corrales”, en virtud de ser este segmento el mayoritario abastecedor del consumo interno.
Sin embargo el aumento en el costo de la ración es uno de los factores en la caída de oferta gorda: al ser commodities dependen de un mercado Internacional demandante y en alza, aunque es el factor en el cual los engordadores pueden aplicar diversas estrategias productivas para hacer rentable la actividad.
El otro insumo fundamental en los feedlots es el insumo “ternero, ternera o novillito de invernada” para engordar, categorías que son el real cuello de botella es el estancamiento del stock ganadero nacional, y un insumo determinante en los costos de producción. Sin invernada no hay engorde, y de hecho esta es la variable que más subió -incluso en dólares- ante una oferta estancada y una demanda que naturalmente debe crecer, al menos por el solo crecimiento natural de la población.
Subsidiar -aún de forma indirecta- otorgando créditos a tasa baja a los feedlots provocará un incentivo a la venta de animales livianos. TYa dentro de los corrales, el maíz es factor de engrasamiento de los animales no de ganancia de kilos en estructura ósea y muscular, para lo cual se utilizan como proteína vegetal los derivados de soja, girasol, etcétera, en forma de expeller, gluten feed u otros similares. Estos granos y subproductos no están contemplados para el uso de estos préstamos.
Es importante destacar que uno de los grandes déficits del sistema de carnes argentino es el bajo peso de faena, que hace muy ineficiente a toda la cadena, inclusive la minorista. Con la misma estructura productiva, de logística y de la industria frigorífica se pueden producir más kilos de carne de la misma calidad, tendencia que lentamente se venía logrando con animales más pesados.
Pero con estas medidas se desalienta la ganancia de peso y se alienta el engorde rápido, y se introduce el concepto industrial de primero entrado primero salido, y no el concepto productivo de mayor ganancia de peso con alimentación más proteica.
Aún en estas condiciones, se puede dar la paradoja que se llenen los corrales a niveles de años anteriores, y sin embargo el precio de la hacienda para consumo no baje sustancialmente- ¿Por qué? Por la contundente razón de que los establecimientos saldrán a buscar invernada, que no hay, con la consecuente suba del precio del ternero.
Engordando con más velocidad el ternero sin ganancia de kilos significativa, tendremos corrales llenos, la misma producción de carne en toneladas, precios más altos para el consumidor y un Banco Nación vaciado en préstamos utilizados no para generar una mayor producción sino en una especie de timba financiera sui generis, usando como instrumento a los feedlots.
Si van a otorgar créditos a tasa subsidiada hay que otorgarlos al sector que necesita todo el sistema de carnes que crezca, que es el de cría, premiando retención de vientres o mejora en porcentajes de preñez, mayores kilos al destete, mejora genética, etcétera.
Ni hablar de que abriendo la exportación total de carne a China ya mejorarían los ingresos al productor, subiendo los precios de la vaca descarte que no va a consumo.
Esta medida es muy “morenista”(por Guillermo Moreno, no por Nahuel), similar a la que se tomó en décadas pasadas con tantos efectos negativos incluso la desaparición de miles de pequeños productores.
En este sentido, los productores se ven obligados a no tener stock de soja para poder acceder al crédito. El pequeño productor utiliza como reserva de valor en silobolsa y parte de su cosecha va fundamentalmente para comprar insumos ante la nueva siembra. Pero se genera una desigualdad con los establecimientos más industriales, que ya cuentan con mayores herramientas financieras. Perjudica también en este aspecto al pequeño productor.
Es claramente una medida que va a generar más problemas que soluciones.