La Cámara Argentina de Biocombustibles (Carbio), que nuclea a las mayores empresas argentinas elaboradores de biodiésel, solicitaron al gobierno nacional que extienda el corte final del 12,5% de ese biocombustible con gasoil.
Luego de que a partir de marzo pasado –con el inicio de la cosecha de granos gruesos– comenzase a registrarse un faltante constante de gasoil en el país, el presidente Alberto Fernández se tomó todo el mes de abril, mayo y la primera mitad de junio para meditar al respecto y finalmente autorizar un corte permanente de biodiésel con gasoil del 7,5% más otro temporario del 5,0% que expiró esta semana.
A diferencia del corte obligatorio del 7,5%, cuyo precio es fijado por la Secretaría de Energía de la Nación, en el corte temporario del 5,0% el valor del biodiésel se estableció a partir de las negociaciones entre empresas elaboradoras del biocombustible y compañías refinadoras.
“Las empresas encargados de llevar a cabo las mezclas obligatorias pueden adquirir este adicional de biodiésel pactando el precio y el aprovisionamiento de los productos con cualquiera de las empresas productoras de biodiésel registradas en Argentina. De esta manera, se asegura el abastecimiento en las mejores condiciones posibles de calidad y precio para el consumidor”, apuntó Carbio por medio de un comunicado.
Por ese motivo, Carbio solicitó extender el corte del 5,0% para “sustituir importaciones de gasoil cuando el precio lo amerita sin afectar de ese modo el precio final del combustible en surtidor, como así también el hecho que las empresas productoras puedan poner en marcha su capacidad productiva en el país en lugar de importar mano de obra extranjera con un producto más caro”.
Mientras que en el régimen de promoción vigente hasta 2021 en la Argentina el corte obligatorio de biodiésel con gasoil era del 10%, en Brasil es actualmente del 12%.
“El uso del biodiesel puro B100 en flotas argentinas de transporte público de pasajeros y de cargas muestran la capacidad técnica del biodiésel para sustituir al gasoil en el transporte, además de su contribución a la mejora de la salud pública y el ambiente”, recordó Carbio.
Más de 1300 ómnibus de pasajeros urbanos en ciudades como Rosario, Santa Fe, Buenos Aires, Córdoba y Salta, entre otras ciudades, están funcionando con B100 sin problemas y reduciendo las emisiones de gases efecto invernadero.
Por otra parte, cosechadoras, pulverizadoras, tractores y camionetas en diferentes regiones argentinas vienen usando hace años B100 sin reportar ningún inconveniente técnico.