Para la mayor parte de las compañías petroleras del mundo el 2020 fue un año catastrófico. Y la compañía argentina YPF –controlada por el Estado nacional– no fue la excepción.
En 2020 YPF registró una pérdida neta de 1098 millones de dólares versus una utilidad negativa de 688 millones en 2019. “El año fiscal 2020 estuvo marcado por los efectos del inesperado brote del Covid-19 y la caída en los precios del crudo”, indicó la empresa en el último balance enviado a la Comisión Nacional de Valores (CNV).
Los ingresos de YPF en 2020 disminuyeron un 31,8% respecto de 2019 debido principalmente a una disminución en las ventas de combustibles.
“Aprovechamos la pandemia como una oportunidad para embarcarnos en un plan de reducción de costos para toda la compañía, logrando una reducción en los costos estructurales del 20% aproximadamente”, aseguró la compañía en referencia a un plan de retiros voluntarios y en la flexibilización de las condiciones laborales de los trabajadores, además de la revisión de todos los contratos con proveedores.
A mediados de noviembre pasado, el gobierno lanzó el nuevo “Plan Gas” que, al subsidiar el precio interno de ese recurso, mejorará los ingresos de YPF. “El 15 de diciembre nos adjudicaron un contrato a cuatro años por 20,9 millones de m3/día de la cuenca Neuquina, que representa alrededor del 60% de nuestra producción total consolidada, a un precio promedio de 3,66 u$s/millón de BTU. El 40% restante de nuestra producción seguirá los precios del mercado”, informó la compañía.
Pero afortunadamente, los negocios agroindustriales de YPF resultaron satisfactorios en 2020 con ventas de fertilizantes que fueron de 682.000 toneladas, una cifra 66% superior a la de 2019.
Las ventas de granos y harina de soja, en tanto, sumaron 406 millones de dólares en 2020, una cifra 14,8% mayor que en 2019. Esa suba se explica mayormente por el crecimiento de los precios internacionales, dado que el volumen comercializado el año pasado fue prácticamente similar al de 2019 (1,438 versus 1,417 millones de toneladas).
YPF recibe granos –fundamentalmente soja– como canje por insumos agropecuarios (fertilizantes, lubricantes, gasoil, agroquímicos y silobolsas) ofrecidos en su red de distribuidores regionales.
La soja recibida, en el marco de acuerdos con industrias aceiteras, es procesada para obtener harina (que se exportan en su totalidad) y aceite de soja que es entregado a la fábrica procesadora como parte de pago del servicio de molienda.
La división de agronegocios de YPF inició en el último año un proceso de profesionalización a través del cual –entre otras mejoras– la compañía petrolera comenzó a operar con futuros y opciones del Matba Rofex para eficientizar la gestión comercial de los granos recibidos y procesados.
El agro también contribuyó –de manera indirecta– a mejorar los números de YPF, dado que las compras de biocombustibles (biodiesel y bioetanol) disminuyeron 71,2% por menores volúmenes de biodiesel (-98,6%) y bioetanol (-27,8%) y también por menores precios del biodiesel (-19,3%) y bioetanol (-5,2%); esto último gracias al congelamiento de precios dispuesto por el gobierno nacional.
En julio de 2020 YPF refinanció deuda dolarizada para retirar bonos por un total de 587 millones de dólares y emitir nuevos títulos por 543 millones con vencimiento en 2025.
Sin embargo, la introducción de la Comunicación “A” 7106 del Banco Central en septiembre pasado cambió el panorama, estableciendo que las empresas con deuda financiera denominada en moneda extranjera, distintas a las relacionadas con el comercio, con vencimientos superiores a un millón de dólares entre el 15 de octubre de 2020 y el 31 de marzo de 2021, podían acceder al mercado cambiario oficial hasta por el 40% del monto del vencimiento, siempre que presentasen un plan de refinanciamiento por el 60% restante con una vida promedio de al menos dos años.
“A principios de 2021, recibimos la confirmación formal del Banco Central que la operación realizada en julio no sería tenida en cuenta en la Comunicación A7106, lo que nos obligaba a llegar a un acuerdo con los tenedores de bonos para refinanciar al menos el 60% del monto residual de 413 millones de dólares del bono 2021, u obtener un monto equivalente de financiamiento internacional para no incumplir con nuestros compromisos”, explicó la empresa.
Dadas las limitadas opciones disponibles y luego de la confirmación formal del Banco Central, en enero pasado YPF lanzó una oferta de canje más amplia, no sólo por el resto del bono 2021, sino también por otros seis bonos internacionales existentes denominados en dólares, con vencimiento entre 2021 y 2047, por un valor nominal total de 6200 millones de dólares.
“El 8 de febrero anunciamos los resultados del canje, teniendo una tasa de aceptación total cercana al 32%, y del 60% en el caso de los tenedores del 2021, lo que nos permitió cumplir con la normativa del Banco Central y generar un alivio financiero de alrededor de 600 millones de dólares entre 2021 y 2022, lo que brindará financiamiento indirecto a nuestro programa de inversiones dirigido a revertir la tendencia de declino de la producción de crudo y gas de los últimos cinco años. Como resultado, emitimos 776 millones de dólares con las nuevas Obligaciones Negociables 2026, 748 millones de las Nuevas ON 2029 y 576 millones de las ON 2033”, señaló la empresa argentina.