Hubo un momento en la historia, relatarán los ancianos a los niños, en que la Argentina exportaba más carne de cerdo de la que ingresaba en el extranjero. Ese momento sucedió entre 2019 y 2020, cuando la cadena porcina pudo ostentar con orgullo un superávit comercial inédito en la historia. ¡Chancho va! era el juego de moda.
Pero en la Argentina nada bueno puede durar demasiado: ahora cambiaron las reglas y el juego volvió a ser ¡Chancho Viene! Con los datos oficiales hasta noviembre de 2021, se confirma que el año pasado regresó el déficit comercial en ese rubro ganadero, pues las importaciones de carne de cerdo llegaban a 35.769 toneladas, y crecían casi 80% respecto de las 20.024 toneladas importadas en los primeros once meses de 2020.
Por el contrario, en el mismo lapso las exportaciones de carne porcina argentina retrocedían casi un 25%, al ubicarse en solamente 29.423 toneladas, contra las 38.943 toneladas del periodo enero(noviembre de 2020.
Esta situación, que repite la historia tradicional hasta 2018 (cuando la Argentina logró comenzar a vender algo de cerdo a China y Rusia, y a la vez no era tan redituable importar carne porcina de Brasil o Chile), implica que el país perdió casi 50 millones de dólares en este intercambio, pues hasta noviembre pasado había importado por 102 millones y exportado por solo 54 millones. Chancho viene.
Hay dos fenómenos que se combinan para explicar esta situación. Por un lado, a partir de la mitad del año pasado prácticamente desaparecieron del mapa las exportaciones que se venían realizando a China, ya que ese país habría recuperado su capacidad de producción luego del mazazo que en 2018 le propinó la Peste Porcina Africana.
Por otro lado, las importaciones de carne porcina se dispararon (como en muchos otros rubros alimenticios) por al persistencia de una brecha cambiaria fenomenal en la Argentina. Para muchos frigoríficos porcinos es mucho más barato comprar cortes de Brasil (a un precio subsidiado por el dólar oficial) que hacerlo a los productores locales.
Hace unos días, el medio TodoCerdos publicó una nota sobre este controversial asunto, que como condimento incluía el listado de las empresas que habían importado otras más de 5 mil toneladas de carne de cerdo desde Brasil en diciembre pasado. Tristemente lideraban ese listado reconocidas empresas productoras.
Juan Ucelli, consultor especializado en el rubro, explicó en ese momento que era imposible para los productores argentinos competir contra la carne importada, pues el costo de producción local llegaba a 1,65 dólares por kilo mientras que en Brasil era de 0,90 dólares. “El precio en Brasil se desmoronó, acá sigue firme. Fijate qué pasa cuando baja el precio de Brasil con las importaciones. Nos van a llenar de carne de cerdo, favoreciendo a unos pocos importadores y los productores y los consumidores perderán”, razonaba el especialista.
Ahora Uccelli anticipó los datos de exportación e importación de enero de 2022, y todos continúa como era entonces.
En materia de exportaciones, el gráfico es elocuente sobre el descenso de las exportaciones de los últimos meses y la brutal caída de los embarques del mes pasado respecto del mismo mes de 2021. “1Se exportó prácticamente nada en enero 2022 y no hay miras de recuperación”, lamentó el consultor.
En cambio, las importaciones de carne porcina siguieron creciendo y se ubicaron un 56,4% por encima de las de enero de 2021.
El chancho iba, pero duró poco. De nuevo chancho viene.