– Por Nicolás Razzetti (@nicorazzetti)
Cada día qué pasa, la fuerte sequía que se expande por la región pampeana reduce la productividad de los campos agrícolas y en consecuencia, también el ingreso de divisas y la posterior recaudación fiscal por retenciones.
De acuerdo con estimaciones del consultor Gustavo López de la firma Agritrend, por el impacto de la seca y con los datos relevados hasta el momento, este año la cosecha rondaría apenas las 115,7 millones de toneladas, muy por debajo de las estimaciones que se hicieron en el arranque de la campaña, que indicaban un volumen de producción de casi 129 millones de toneladas, nivel similar al del ciclo pasado pero con diferencias en cuanto a la producción de soja y maíz.
Este año el cereal ganó área de siembra porque tuvo mejores expectativas de rentabilidad, y por la necesidad de rotación de cultivos.
En un principio se esperaban 42 millones de toneladas de maíz y 54 de soja, pero la seca dio por tierra con esas previsiones, y los nuevos cálculos dan cuenta de importantes pérdidas que podrían ser todavía mayores en función de cómo evolucione el clima en las próximas semanas.
Ahora, y de acuerdo a los datos difundidos por organismos públicos y privados, el consultor Gustavo López estima que la cosecha de soja se reduciría en 8 millones de toneladas por el impacto de la seca. También se perderían otras 4,5 millones de toneladas de maíz. Entre ambos cultivos la merma productiva sería de casi 12,5 millones de toneladas respecto de las proyecciones en el arranque de la campaña 17/18.
En función de esos datos, y teniendo en cuenta el precio FOB promedio de los principales granos y subproductos, el consultor Gustavo López calculó también el valor de las exportaciones y el ingreso que tendría el Estado por retenciones.
Con los nuevos datos se pueden calcular también otras cuestiones. López estima que las exportaciones de todo el complejo agrícola (granos y subproductos) sería de 83,8 millones de toneladas contra las 97,5 calculadas hace pocos meses.
La merma en volumen rondaría el 14% y en función de los valores FOB promedio, para este ciclo el precio se reduciría a u$S26.141 millones, lo que significa una caída del 12% por una leve mejora en los precios, en particular en soja, que justamente está mejorando por la menor producción en Sudamérica.
El menor valor de la cosecha, aclara López, también impactará en las retenciones. Los únicos productos afectados por ese tributo distorsivo son la soja y sus derivados. El aporte en este rubro sumaría u$S3.900 millones, y la caída sería del 13,5%.