“La del Cannabis es una de las grandes agendas de desarrollo económico que está viviendo el mundo. Esta industria se está despertando”, dijo Pablo Fazio, presidente de la Cámara de Cannabis en Argentina. Pablo mantiene una activa agenda de negociaciones con las nuevas autoridades de gobierno, porque cree que la Argentina -una vez más- no se está subiendo al tren mundial cuando éste pasa por delante de sus narices.
A menos de un año de su creación, esta cámara propone patear el tablero y fomentar una nueva discusión sobre la producción cannábica en el país, que se quedó congelada en una ley que habilitó el uso del aceite medicinal solo para un tipo de afección y con mucha regulación desde el sector público.
Ya hemos visto en Bichos de Campo que el cannabis es mucho más que porro o aceite medicinal. El cáñamo industrial es el mismo cultivo, aunque con una proporción diferente de una sustancia. Afirmó Pablo que son muchísimos los proyectos productivos que podrían dispararse a partir de la rehabilitación de ese cultivo (que ya se sembraba en la vieja Argentina, por ejemplo para hacer las suelas de las alpargatas).
“Pero la única manera de hacer esto es teniendo un debate adulto, informado, desprejuiciado, con información, números, viendo lo que pasa en el mundo”, aseguró Fazio. De esto viene este reportaje.
Mirá la entrevista a Pablo Fazio:
Son muchos los productos que podrían generarse a partir de la producción industrial de cáñamo, una de las variedades de esta planta que tiene menos de un 1% de concentración de la sustancia psicoactiva THC. Desde la producción de fibras para la industria textil, hasta el desarrollo de bioplásticos y el reemplazo de materiales de construcción.
“Si se da la oportunidad de dar este debate y se encuentra un marco regulatorio para poner en marcha una agenda en torno a capacidades rurales, esta es una oportunidad para muchas provincias argentinas”, afirmó el presidente de la cámara del cannabis.
El objetivo es poner en valor la agenda de desarrollo económico, a partir de los avances de la investigación científica, a los fines de desarrollar nuevos negocios, generar empleo, valor agregado e innovación en el país. “No queremos inventar algo, copiemos las buenas prácticas que hay en el mundo respecto de esto y aprovechemos esta oportunidad que se le abre a la Argentina”, reclamó el directivo canábico.
Desde la cámara se advirtió que la agenda del cannabis suele estar dividida entre la despenalización del consumo recreativo para adultos y la lucha de las madres que buscan difundir el desarrollo de subproductos, en especial el aceite, para tratar determinadas patologías de sus hijos.
“La única forma de hacer esto es no mezclar debates. Debatir las cosas una por una”, pidió Fazio, convencido de que también hay espacio para promover de entrada el cultivo del cáñamo industrial en el país.
Hace un tiempo, Bichos de Campo habló con Diego Bertone, un agrónomo que se ha convertido en uno de los principales promotores de este cultivo: