Un plan de manejo sistematizado de quemas prescriptas es la manera más efectiva y económica de evitar la destrucción provocada por grandes incendios.
Sin embargo, para que eso sea posible es necesario contar con un marco normativo adecuado, que, por ejemplo, está presente en la provincia de La Pampa por medio de la Ley Nº 1354 y el decreto reglamentario Nº 1925.
La legislación pampeana permite tramitar permisos para quemas prescriptas durante todo el año en la Dirección General de Defensa Civil. La temporada de quemas se habilita desde fines de febrero para finalizar a fines de agosto en el caso de bosques y mediados de septiembre en pastizales (las fechas son orientativas porque están sujetas a las condiciones ambientales del momento).
Para realizar la quema prescripta en La Pampa es necesario elaborar un informe técnico en función de los requerimientos legales solicitados por Defensa Civil y la Dirección de Recursos Naturales de la provincia, el cual consiste en la evaluación de la vegetación de los potreros por quemar.
El informe lo debe realizar un ingeniero agrónomo o ingeniero en recursos naturales que esté inscripto en la Dirección de Recursos Naturales para realizar dicha tarea. Luego debe establecerse un plan de quemas de cuatro años con la posibilidad de quemar hasta un 25% de la superficie de un establecimiento productivo por año. El intervalo entre quemas en campos naturales debe ser como mínimo de cuatro años.
En la vecina provincia de Buenos Aires, en cambio, la situación es bastante diferente. En febrero de 2017 se promulgó allí la Ley de Prevención y Lucha Contra Incendios (Nº 14.892) por medio de la cual se determinó “autorizar, a modo de excepción, la utilización del fuego en quemas controladas y prescriptas”. Pero la norma aún no fue reglamentada y hasta que eso no ocurra la posibilidad de realizar planes racionales de quemas prescriptas está vedada.
Increíblemente, en los últimos años diputados provinciales bonaerenses presentaron diferentes proyectos de resolución que muestran “preocupación “ sobre diferentes incendios ocurridos en distintas parte del país, pero ninguno relativo a reglamentar la Ley Nº 14.892 para habilitar la posibilidad de realizar quemas prescriptas que permitan evitar grandes incendios. El último aporte, en ese sentido, es el proyecto presentado a fines de marzo pasado por el diputado bonaerense del Frente de Todos José Ignacio Rossi.
Experiencias realizadas en diferentes establecimientos agropecuarias de la zona semiárida argentina muestran que el uso del fuego como herramienta de manejo permite no sólo mejorar el pastizal al reducir la densidad y cobertura de especies leñosas, sino también, fundamentalmente, prevenir incendios espontáneos que pueden ocasionar tragedias.