Esta semana los administradores de fondos agrícolas que operan en el mercado estadounidense CME Group (“Chicago”) pusieron “reversa” y comenzaron a reducir “apuestas” bajistas en soja y, fundamentalmente, en maíz.
El martes pasado –según publicó este viernes la Commodity Futures Trading Commission– las posiciones netas de los administradores de fondos en futuros y opciones de maíz se redujeron de manera significativa. También se recortaron en soja.
Eso implica que, en el promedio de expectativas, los administradores de fondos agrícolas creen que lo peor ya pasó y que, de aquí en más, no cabrían esperar factores bajistas tanto para el cereal como para la oleaginosa.
En lo respecta a la soja, las existencias internas del poroto en EE.UU. son bajas en términos históricos y existen importantes dudas sobre el número final de la cosecha brasileña de soja que se está recolectando en la actualidad.
En cuanto a la Argentina, donde la cosecha se iniciará en las próximas semanas, los niveles de ventas anticipadas de soja 2023/24 son muy exiguos porque las condiciones cambiarias siguen siendo desfavorables para los productores.
Sin embargo, el mayor desafío lo presenta el maíz sudamericano. En el caso de Brasil, los pronósticos climáticos indican que en el próximo trimestre se esperan precipitaciones inferiores a las normales en las principales regiones productoras de maíz tardío. Se trata del período, precisamente, que coincide con la fase de formación de rendimientos del cereal.
En la Argentina se está registrando un ataque severo de achaparramiento del maíz (Spiroplasma kunkelii), una enfermedad devastadora que tomó por sorpresa no sólo a los productores, sino también a los propios entomólogos que se dedican a estudiar la dinámica de las principales plagas agrícolas.
En ese marco está resultando por demás difícil estimar la oferta final sudamericana de maíz tardío, el cual comprende la mayor parte de la oferta del cereal en esa región.
Las posiciones netas surgen de la diferencia entre las posiciones compradas (“long”, que fijan un precio techo y por ende apuestan a un mercado alcista) y las posiciones vendidas (“short”, que fijan un precio piso y por lo tanto apuestan a un mercado bajista). Tales registros se difunden con algunos días de retraso para evitar que tal información impacte en las cotizaciones de granos.