El organismo oficial Compañía Nacional de Abastecimiento (Conab) ajustó nuevamente la proyección de cosecha de maíz en Brasil para ubicarla en 85,7 millones de toneladas, una cifra 900.000 toneladas menor a la estimada un mes atrás.
El ajuste corresponde en su mayor parte al considerar el golpe productivo que experimentó el cultivo de maíz tardío por efecto de restricciones hídricas seguidas de heladas intensas, lo que provocó que la cosecha prevista se redujera a 59,4 millones de toneladas versus 75,0 millones en 2020/21.
En función de ese nuevo escenario, el informe mensual de evolución de cultivos de Conab redujo la previsión de la oferta exportable de maíz brasileño 2020/21 a 22,0 millones de toneladas, la cifra más baja desde 2015/16.
Debido al creciente consumo interno de maíz, producto de la fortaleza exportadora que está registrando el sector cárnico, Brasil terminaría el ciclo 2020/21 con un stock final de apenas 5,79 millones de toneladas, prácticamente la mitad que el registrado en los dos ciclos inmediatos anteriores.
En ese marco, mantuvo sin cambios la cifra estimada de importación de maíz en 2,30 millones de toneladas, el cual proviene fundamentalmente de la Argentina.
El dato es claramente alcista para el mercado mundial de maíz porque Brasil es el tercer exportador mundial, por detrás de EE.UU. y la Argentina. De hecho, con el brutal recorte de oferta previsto en el ciclo 2020/21 Brasil incluso podría eventualmente perder el tercer puesto en manos de Ucrania y pasar al cuarto lugar del ranking global.
En lo que respecta a la soja, Conab estimó que la cosecha total del cultivo en 2020/21 sería de 135,9 millones de toneladas, una cifra que consolida a Brasil como el mayor productor de soja del mundo.
El organismo explicó que el crecimiento de la cosecha de soja, que sería del 8,9% respecto al ciclo anterior, se explica por un aumento del área del 4,3% y un incremento de la productividad del 4,4%.
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