El Ministerio de Agricultura de Brasil abrió este año una consulta pública para modificar el estándar de calidad de comercialización de soja que implica segmentar el producto en tres categorías.
La propuesta contempla una primera categoría (Grupo I) que considera a la soja producida para consumo humano directo, mientras que la segunda (Grupo II) comprende la producción destinada a la elaboración de harina, pellets y aceite de soja, biodiésel y alimentos para consumo humano. La última categoría (Grupo III) comprende a la soja para “usos especiales”, entre los cuales se incluyen producciones de soja con niveles de aceite superior al 20% y de proteína mayores al 40%.
En lo que respecta a la soja del Grupo II, se determina cinco categorías de calidad, de las cuales la más elevada es aquella que cuenta con hasta un 4,0% de granos ardidos/fermentados, hasta 1,0% de quemados y de materias extrañas y hasta un 8,0% de granos verdes. La humedad base de comercialización se establece en un 13,0%.
“La reducción de la humedad implica una mejor conservación de los granos, razón por la cual algunos importadores prefieren adquirir soja estadounidense, que tiene una base de recibo de humedad del 13,0%”, explicó hoy Chantal Baeumle Gabardo, directora de Calidad y Biotecnología de ANEC, la entidad que agrupa a las principales compañías exportadoras de granos de Brasil, durante una conferencia ofrecida en Mercosoja 2022, evento organizado por Embrapa que se está realizando hasta el próximo 19 de mayo en Foz de Iguazú.
En lo que respecta a la Argentina, la humedad base de recibo se encuentra en 13,5%, con lo cual, si se aprueba el cambio de norma en Brasil, sería el único de los tres grandes países americanos productores del poroto en tener la tolerancia de recibo más elevada.
Baeumle Gabardo indicó que categorizar las calidades de las diferentes partidas de soja con destino a industrialización implica adaptar el estándar brasileño al presente en China, donde se establecen también cinco parámetros de clasificación.
Sin embargo, la especialista de ANEC advirtió que la base de recibo por granos ardidos/fermentados del 4,0% es demasiado elevada, porque el criterio chino –que también replica EE.UU.– considera una base del 3,0% con diferentes escalas de calidad de tolerancias de hasta 1,0%, 0,5% y 0,2%.
También señaló que sería deseable que la norme incorporase otros criterios no contemplados en la propuesta oficial. “La soja brasileña tiene un porcentaje de proteína promedio del orden del 37%, que es muy superior al de EE.UU., y eso representa una ventaja competitiva que podría ser aprovechada en el mercado internacional”, remarcó.
Yanquis y europeos, a largar” la tarasca”…, por fin alguien les apreta donde mas les duele