La industria aceitera brasileña sigue cubriendo el “bache” de oferta de harina de soja que dejó la Argentina luego de experimentar un desastre productivo en la campaña 2022/23.
La entidad que agrupa a las principales compañías exportadoras brasileñas (Anec) proyecta que en el presente mes de enero realizará embarques de harina de soja por 2,027 millones de toneladas versus 1,432 millones en enero del año pasado.
En lo que respecta a la Argentina, las declaraciones de embarques de harina de soja correspondientes al presente mes de enero suman hasta el momento 1,077 millones de toneladas versus 1,589 millones en enero de 2023.
La respuesta exportadora de Brasil, junto con un crecimiento de la oferta estadounidense, explica en gran medida la tendencia bajista que vienen registrando las cotizaciones de la harina de soja en el mercado internacional.
Brasil logró capitalizar de manera apropiada la debacle argentina en 2023, dado que la harina de soja fue, en promedio, el único producto del complejo sojero que logró mantener su precio el año pasado respecto de 2022.
En ese marco, con un crecimiento interanual del volumen exportado de harina de soja del 11% en 2023, Brasil logró generar casi un 12% más de divisas, lo que le permitió compensar en parte la pérdida de precio registrada por el poroto.
El aceite de soja fue el producto del complejo con mayor caída de precio, algo que, si bien representa un menor ingreso de divisas, favorece el empleo de ese insumo en la elaboración de biodiésel destinado al corte obligatorio con gasoil.