De reacción lenta, la Argentina comenzó a expresar su malestar por una decisión tomada por Brasil el 1 de diciembre pasado.
Mediante un decreto firmado entonces por el presidente Jair Bolsonaro, el vecino país convirtió en permanente una cuota de importación libre de los aranceles extrazona el Mercosur para 750 mil toneladas anuales de trigo, que es más o menos el 15% de lo que debe importar para cubrir su consumo.
Cuarenta días después, el embajador argentino en Brasil, Daniel Scioli, expresó en las redes sociales su “profunda preocupación y rechazo” a ese decreto. “Esta medida, que hasta 2020 era de carácter excepcional, afecta severamente al Mercosur”, dijo el ex gobernador bonaerense, que ahora ha sido puesto a cargo de manejar las relaciones con el principal socio argentino en el Mercosur.
“Queda restablecida la concesión arancelaria otorgada por la República Federativa de Brasil, en el marco del Acuerdo General de Aranceles Aduaneros y Comerciales (GATT) por un contingente arancelario global mínimo de 750.000 toneladas por año con la tasa del Impuesto de Importación reducido a 0%. para los códigos 1001.19.00 y 1001.99.00 de la Nomenclatura Común del Mercosur”, dispone el breve decreto 10.557 que también firmaron los ministros de Economía, Paulo Guedes, y de Agricultura, Tereza Cristina Dias.
Brasil venía utilizando ocasionalmente esta cuota de importación de trigo desde países de fuera del Mercosur (Estados Unidos, Canadá, Rusia o Ucrania), y lo que hizo ahora es ratificarla de modo permanente. La Argentina ha sido en buena medida responsable de esta situación, pues entre 2010 y 2015 arreciaron aquí las intervenciones en el mercado y se desalentó la producción. Los molinos brasileños, tradicionales clientes del cereal pampeano, comenzaron a buscar opciones para su abastecimiento.
Esta medida, que hasta 2020 era de carácter excepcional, afecta severamente al Mercosur.
Cabe recordar que el trigo representa el 15% del monto total de nuestras exportaciones a Brasil, y es uno de los 3 principales productos exportados.
— Daniel Scioli 🇦🇷 (@danielscioli) January 11, 2021
El decreto de Bolsonaro ahora autoriza en forma permanente la compra de trigo sin aranceles a otros países que no sean del Mercosur, siempre que no se supere el tope anual de 750 mil toneladas. Hasta ahora se requería una habilitación año a año de esos negocios.
En 2020, la Argentina colocó en el vecino país -también con el beneficio del arancel 0%- cerca de 5 millones de toneladas. El trigo, recordó, representa el 15% del monto total de las exportaciones de Argentina hacia Brasil y es uno de los tres principales productos exportados, según recordó Scioli.