Carlos Longo participó de un encuentro de bodegueros de la provincia de Catamarca en el que Bichos de Campo se coló para conocer la historia de quienes producen vino en dicha provincia. Longo llegó a la capital provincial desde Tinogasta, tras recorrer unos 300 kilómetros. Allí tiene una bodeguita llamada “Tierra de Volcanes”.
“En Catamarca se encuentran algunas de las montañas más altas del mundo. De hecho, si exceptuamos los montes Himalaya, en el continente asiático, la porción catamarqueña de los Andes reúne el conjunto de alturas más elevada del planeta. Las mayores alturas de Catamarca superan los 6.000 metros sobre el nivel del mar en la cordillera de los andes. Sorprenderá a muchos, pero la provincia reúne el mayor conjunto de alturas elevadas de toda su extensión y del continente americano. Se trata, en su mayoría, de antiguos volcanes apagados”.
Esa es la explicación que puede leerse en la página web de esta bodega y que explica el por qué del nombre.
Carlos se explaya: “Nosotros somos de Tinogasta, al oeste de la provincia, pegadito a la cordillera. Lo que buscamos de darle identidad al producto, a la bodega, a través de la marca. Y bueno, algo que nos identifica a nuestra zona es la característica de que hay 19 pico que superan los 6.000 metros y son todo volcanes, son todos volcanes”.
Mirá la entrevista a Carlos Longo:
-¿Y eso incide en algo con el vino o es el paisaje lo que se valora? Porque alguien me ha dicho que que justamente la tierra de volcanes es muy útil para hacer viñas.
-Seguro que la altura, el clima, la zona, todo tiene que ver el terroir. Por supuesto que influye, sobre todo la altitud y la zona donde estamos ubicados.
-Contame tu historia con el vino. ¿Viene de tradición familiar o arrancaste vos?
-Mi familia siempre se dedicó a la vitivinicultura. Mi papá vino de Italia de jovencito y su familia se dedicó a esto. Yo comencé con mi proyecto hace poquito, una bodega nueva, no la familiar sino una nueva. En realidad comencé a elaborar en una bodega de tercero que alquilábamos, y este año inauguramos nuestra propia bodega y con viñedos propios.
-¿La uva que utilizan es propia?
-La uva que elaboramos es nuestra. Incluso nos está sobrando ahora es la uva. Hacemos poco vino porque la bodega no tiene la capacidad para el volumen que producimos. Pero mirando a futuro la idea es vinificar algún día todo lo que producimos.
-Empezaste con el concepto de que se puede hacer vinos de muy alta calidad en tu zona. Esa zona tradicionalmente producía mucho volumen de vino, pero que no era tan bueno ni considerado.
-O sea, se hacían vinos regionales, como en todo el país. Antes del 2000, el 80% de los vinos que se hacían eran todos regionales. Eran muy pocas las bodegas que elaboraban vinos finos. Y ese concepto cambió porque lo que valora ahora el consumidor es la calidad. Entonces llegó el boom que hubo con el tema del Malbec, que nos identifica como como nación, como país.
-¿En Catamarca también se impone el Malbec como el principal varietal o hay otras especialidades?
-Fue cambiando en los últimos años. La gente se estaba volcando a probar cosas nuevas variedades, inclusive algunas que no había en el país. Ahora hay una variedad amplia de tintos y de blancos también. Nosotros hacemos, un syrah, hacemos blancos, hacemos un Merlot que es interesante. Tenemos una plantación nueva de garnacha, que es la variedad más importante española que tenemos. Hemos puesto un poquito de Pinot. Estamos probando un poco de todo. Esa es la idea. Porque, como te digo, el consumidor está cambiando el perfil y está predispuesto a probar nuevas cosas.
-¿Y es difícil producir vinos tan lejos de los centro de consumo?
-Mira, es difícil producir. Es difícil producir lejos de donde están los proveedores. Para nosotros la logística es muy cara en el sentido de que tenemos que hacer llegar los insumos hasta donde estamos. Es mucho más costoso. Poner un producto en una góndola en Buenos Aires o en otro lugar también es más costoso. Pero tenemos una ventaja comparativa que no identifica, que es la gran apertura o la gran afluencia de turistas que tenemos. Entonces gran parte del consumo de nuestro producto se vende ahí en la zona, localmente.