La niña mimada del agronegocio. La industria más joven de la Argentina. Con esas definiciones saludaban las diferentes crónicas de la época reciente el pujante trabajo de la industria que transformaba el maíz en bioetanol y en burlanda (un alimento para los animales), agregando valor en origen a la producción agrícola. Las inversiones fueron millonarias y las fórmulas innovadoras, para este sector nacido hace apenas una década. Bueno, este martes anunció que está a punto del cierre total o parcial de todas sus fábricas.
En un comunicado, la Cámara de Bioetanol de Maíz justificó esta decisión en “la inédita caída en la demanda del biocombustible” en medio de la cuarentena por la pandemia del Coronavirus.
“Esperamos una caída de más del 70% en los requerimientos de etanol de abril y tenemos los tanques de almacenaje llenos. Ante semejante panorama no nos va a quedar otra que parar”, advirtió Patrick Adam, director de esa entidad.
Como la industria azucarera hizo días atrás, la industria que obtiene el combustible renovable a partir del maíz reclamó al gobierno un urgente y demorado aumento del corte obligatorio de todas las naftas consumidas en el país con bioetanol. Hoy está en 12%, dividido en partes iguales entre maíceros y azucareros. El reclamo compartido es que se eleve de inmediato a 15%,.
Los etanoleros también reclamaron de las autoridades “una actualización del precio de al menos 10%”. Este es un precio que no paga el Estado sino las petroleras que adquieren el bio para hacer el corte. Pero está regulado en el marco de las políticas de promoción de los biocombustibles.
“No sabemos a qué ritmo se va a recuperar el consumo, pero lo más probable es que sea en forma gradual, por lo que tenemos por delante un año muy malo, tanto en volumen como en precio, ya que desde diciembre, además, nos han congelado el valor del litro de bioetanol en menos de 30 pesos”, afirmó Adam.
La Cámara de Bioetanol de Maíz está compuesta por 5 plantas que tienen una capacidad instalada de 830.000 metros cúbicos anuales, en las cuales se invirtieron 550 millones de dólares. Como ya dijimos, abastece el 50% del alcohol destinado a la mezcla con las naftas. El sector genera más de 4800 empleos directos e indirectos en las provincias de Córdoba (Alejandro Roca, Villa María y Río Cuarto), Santa Fe (Avellaneda) y San Luis (Villa Mercedes).