Durante un seminario organizado por Embrapa (el INTA brasileño) y el IICA (Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura), directivos de la empresa Bioceres instalaron la idea de que el evento transgénico HB4 insertado en el germoplasma de trigo podría ser una de las llaves para la expansión de la superficie sembrada con el cereal en el vecino país.
Esa hipótesis, de concretarse, derrumbaría uno de los principales negocios que tiene al agro argentino, la exportación de trigo a Brasil aprovechando los aranceles cero del Mercosur. Pero sin duda representaría una oportunidad clave para el autoabastecimiento del cereal en el vecino país.
Una gacetilla de Bioceres informó que la expansión del área agrícola del trigo en Brasil fue uno de los ejes centrales del seminario “Triticultura – Ciencia y Cooperación al Servicio de la Agricultura”, organizado por la Empresa Brasileña de Investigación Agropecuaria (Embrapa) y el IICA, el pasado 10 de junio en Brasilia.
Dentro de ese seminario, relató la gacetilla, la posibilidad concreta de duplicar el área sembrada de trigo en Brasil fue uno de los temas principales de un panel que contó con la participación del investigador de Embrapa, Eduardo Caierão, pero también de los representantes del sector privado Federico Trucco, el CEO de Bioceres, y Alexandre García, director de Semillas y Biotecnología de esa misma empresa argentina.
Bioceres es una firma argentina fundada en 2001 por productores, y que ahora cotiza en Nueva York. Se ha hecho fuerte a partir del apoyo que brindó a los técnicos del Conicet que lograron dar hace muchos años con le gen Hb4, que provienen del girasol y aporta a los cultivos (se insertó tanto en soja como en trigo) mayor tolerancia a situaciones de estrés hídrico.
En la Argentina, el trigo HB4 fue aprobado en 2022, pero condicionado a la posterior liberación comercial en Brasil, cosa que sucedió unos pocos meses después. Sin embargo, aquí se produce todavía en pequeñas cantidades.
En Brasil, según lo que se expuso en ese panel, la adopción de este transgénico podría ser mucho más acelerada debido a que ese país está lanzado a autoabastecerse del cereal en el mediano plazo. Brasil consume unas 12 millones de toneladas anuales de trigo, de las que produce menos de la mitad. Por eso importa 4 a 5 millones de toneladas cada año de la Argentina.
“Actualmente Brasil cultiva cerca de 3 millones de hectáreas de trigo, pero los especialistas coinciden en que el país podría ampliar esa superficie a 7 millones de hectáreas en los próximos años, principalmente incorporando zonas de secano en la región central. Esta expansión, sin embargo, requiere soluciones concretas frente a desafíos como la sequía, la brusone y el control de malezas resistentes”, indicó la gacetilla de Bioceres.
Según este hipótesis de trabajo, el evento Hb4 desarrollado para otorgar tolerancia a la sequía, podría ser una de las llaves para esta expansión.
“El Cerrado representa hoy un desafío clave para la expansión del trigo en Brasil. Pero para que ese crecimiento sea viable, se necesitan cultivares adaptados a condiciones de secano, con tolerancia a la sequía y resistencia a enfermedades como la brusone. En ese sentido, eventos biotecnológicos como HB4 pueden desempeñar un papel importante para ampliar la productividad en estas regiones” remarcó el investigador de Embapra Eduardo Caierão.
“HB4 cumple un doble propósito: mejora el rendimiento y la tolerancia a la sequía en las áreas no irrigadas del Cerrado -una región clave para la expansión del cultivo- y, al mismo tiempo, ofrece una solución innovadora para el control de malezas, un problema creciente en el país”, confirmó el CEO de Bioceres, ilusionado con esta enorme posibilidad.
El trigo Hb4 fue aprobado en Brasil en marzo de 2023 y actualmente se encuentra en fase de ensayos para su adaptación a esa enorme región productora de soja. Según Bioceres, se espera que los primeros cultivares comerciales estén disponibles en 2027/2028.