La compañía argentina Bioceres parece muy lejos de arrepentirse por querer poner en el mercado el primer trigo transgénico desarrollado en el país, y que sería el único en el mundo (El HB4 fue aprobado por el gobierno, es rechazado por casi toda la cadena productiva, y solo depende de una autorización final de Brasil). Este jueves anunció que compró otros eventos biotecnológicos que mejoran las cualidades nutricionales e industriales del cultivo más consumido por los humanos en todo el mundo, junto al arroz.
“Bioceres, a través de su subsidiaria Bioceres Crop Solutions Corp, adquirió hoy derechos sobre nuevos eventos biotecnológicos en trigo que mejoran las cualidades nutricionales e industriales de las harinas y productos derivados, enfocados en el bienestar del consumidor para Argentina y América Latina”, indicó la compañía con sede en Rosario. Por el paquete pagó la friolera de 32 millones de dólares.
En concreto, Bioceres adquirió licencias exclusivas y no exclusivas de un portfolio de 94 patentes y solicitudes de patentes de la firma americana Arcadia Biosciences Inc y sus licenciantes, incluyendo una variedad de trigo reducido en gluten. Esa especialista tiene 65% menos en comparación con variedades convencionales, manteniendo el mismo sabor y rendimiento del trigo tradicional.
En el paquete también vienen derechos a trigos con tecnología de almidón resistente, que confiere a las harinas y sus productos hasta 10 veces la cantidad de fibra de un trigo tradicional, evitando de esta manera un rápido aumento de los niveles de glucosa en sangre durante la digestión de productos manufacturados con estas harinas.
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La gira de compras se completa con variedades con estabilidad oxidativa, un atributo que permite extender la vida en góndola de las harinas, especialmente en harinas integrales.
Todas estas variedades adquiridas a Arcadia son resultado de una técnica de biotecnología moderna que tiene por ahora mucho mejor imagen pública que las transgénesis tradicional, que despierta bastante rechazo entre los consumidores. Se trata de la edición genómica.
Bioceres indicó que estas variedades serán comercializados bajo la marca GoodWheat, que ya está presente en los Estados Unidos.
“Este anuncio se suma a la reciente aprobación del Trigo HB4 desarrollado por Trigall Genetics, subsidiaria del mismo grupo”, indicó la compañía fundada en 2001 y que parece querer posicionarse a toda costa en el mercado del cereal, donde hasta ahora no hay trigos transgénicos y donde la cadena comercial (cierto sector de productores, molinos, exportadoras y acopiadores) se resiste a la introducción de nuevos materiales modificados por temor a perder mercados. Frente a esta polémica, Bioceres ha contestado que basta con segregar los trigos según su calidad, para generar nuevos nichos de negocio.
“La sumatoria de estas inversiones consolidan la posición de Bioceres Crop Solutions como líder en tecnologías de segunda generación para trigo, procurando beneficios para productores y consumidores por igual”, indica el comunicado, que recordó que según sus ensayos el trigo HB4, que ofrece tolerancia a sequía, permite aumentar la productividad promedio un 20% en condiciones de estrés hídrico.