Los productores cañeros de Tucumán pueden confirmar que no hay mal que por bien no venga. Este año, debido al faltante de combustibles, cuando comenzó la zafra los ingenios destinaron más caña a la producción de etanol y menos a la de azúcar. Esa competencia les permitió mejorar el precio del producto alimenticio y salir del rojo comercial de los últimos años.
Así lo explicó a Bichos de Campo la productora de Aguilares, Tucumán, Beatriz Robles: “Nos está yendo un poco mejor a pesar de todos los problemas que tiene el país. En cuanto a lo productivo, cosechamos el mismo volumen, pero los precios mejoraron. A inicios de la zafra por cada bolsa que nos entrega el ingenio nos pagaban 3.000 pesos y ahora entre 6.700 y 6.800 pesos”, indicó.
Betty explicó que “ante el faltante de combustible y como en Tucumán se genera bioetanol los ingenios produjeran más para las naftas, y eso hizo que no saliera tanta azúcar al mercado y así levantaron los precios”
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Esta situación les permite ahora hacer frente a los costos de la actividad, algo que resultaba imposible con el precio mayorista del azúcar que había pocos meses atrás: “No había forma, porque a 3 mil pesos la bolsa teníamos que vender 4 bolsas para comprar una de fertilizantes que costaba 12 mil”.
Esta mejora económica los animó también a buscar nuevas alternativas de comercialización. Robles participa de la cooperativa Los Barrientos, que agrupa a más de 100 pequeños cañeros y sus familias. Ellos se agruparon para vender el azúcar obtenido esta cosecha (bajo el sistema de maquila) a través de la Federación de Cañeros.
“Queremos seguir mejorando y además seguir viviendo en el campo. Somos productores chicos que queremos vivir en las zonas rurales. Yo estoy a 14 kilómetros de Aguilares, donde está la cooperativa, y todos los días hago ese recorrido, pero quiero seguir en el campo”, explicó Betty.
Esa iniciativa comercial propia del sector cooperativo está en marcha y es inminente el inicio de la comercialización en conjunto: “Estamos empezando, ya recibimos la matrícula de la Federación en julio, la semana pasada la provincial y ya con eso empezamos el circuito para poder inscribirnos en AFIP y abrir cuentas bancarias para poder comercializar al azúcar”, dijo Robles.
Pero la iniciativa no se queda ahí., Betty quiere ayudar a organizar al resto de las cooperativas de pequeños productores. “En la Federación somos 480 familias que vivimos de esta producción” y lo que quieren es que también se sumen a esa iniciativa o armen su propio grupo para tener más peso a la hora de la gestión comercial.