A mediados de diciembre pasado, tras una larga investigación, Bernardo Basombrío presentó su libro “¡Exprópiese! El caso Vicentin”, que reconstruye la historia de la empresas aceitera fundada en el norte de Santa Fe, que llegó a ser unas de las grandes empresas exportadoras argentinas y que declaró el default privado más grande de la historia local, afectando a cientos de productores y empresas del sector agropecuario.
Le pedimos a Basombrio, que desde hace muchos años hace periodismo agropecuario, que comparte algún capítulo del libro con los lectores de Bichos de Campo y él eligió el tercero, dedicado a reconstruir cómo era la relación entre Vicentin y el Banco Nación en aquellos meses previos a la caída.
Capítulo III – El precedente Banco Nación
“El agosto horrible de Argentina” tituló el diario El País, de España, e inscribía el epitafio a una etapa crucial de nuestra Historia.
A simple vista un recuento macro, como telón de fondo a la mesa de café. Argentina es un país del mundo con altísima inflación, recesiones crónicas y es el mayor defaulteador de los últimos 60 años.
En un registro casual y con testigos directos Mauricio Macri, inquieto, como Presidente y debido a que el Riego País no bajaba de 500 puntos le preguntó vehemente a Christine Lagarde –Directora gerente del Fondo Monetario Internacional- por esa razón, y dado que el gobierno hacía los deberes. Ella, muy suelta le señaló, en el mismo tono: “No se olvide que incurrieron en default, y eso el mundo no lo perdona”.
Seis Presidentes, sin contar el desfile caótico de los calientes once días por el sillón de Rivadavia durante la trágica crisis del año 2001, nombraron a 28 titulares al frente del BCRA –la autoridad monetaria- desde el año 1983.
Vicentín no tenía un préstamo estudiado por operación específica alguna, sino que a lo largo de los años ha sido calificado crediticiamente para operar dentro de un determinado marco. El más común y casi único “confiable” para entidades internacionales y nacionales en los últimos 20 años fue el de prefinanciación de exportaciones.
La calificación crediticia otorgada por BNA al año 2018 era de u$s 300.- M, como describiremos más adelante, operó con diversos préstamos de prefinanciación, generalmente a 180 días prorrogables por otro período igual, con afectaciones, garantías, condiciones, desembolsos y vencimientos totalmente particulares.
Con criterio federal, el Banco Nación maneja la relación con sus clientes en las provincias a través de las estructuras locales. Las presentaciones y los análisis previos de las líneas se realizan con personal local. Las cuentas grandes se revisan en la casa matriz y son consideradas y aprobadas por su Directorio.
Las líneas de crédito de Vicentín tenían vigencia anual, renovable a su vencimiento y de acuerdo al análisis de la carpeta que era sometida a aprobación en las sucesivas instancias.
Los hitos inversores de la compañía marcan las puestas en marcha de distintos proyectos industriales y/o logísticos, que contribuyeron al crecimiento de la actividad, nivel de empleo y también endeudamiento de la sociedad, no sólo por efecto de la inmovilización en activos fijos, sino por las mayores necesidades de capital de trabajo.
Es un hecho que el Nación siempre acompañó el desarrollo de empresas, particularmente si se dedican al agregado de valor para promover exportaciones y generar divisas.
Anualmente el banco revisa las calificaciones crediticias de las empresas en función de las performances del año anterior y el programa financiero que la institución determina para el ejercicio siguiente.
El caso analizado es de importancia mutua y significativa para las partes. El financista se sirve de Vicentín que toma créditos, tratándose de uno de los 10 exportadores más grandes del país. Adicionalmente, le habilita al banco una cantidad de negocios extras de renta generosa.
La calificación de u$s 300.- M, con un paquete de garantías que incluyó una cesión cobranzas de mercado interno con las ventas de etanol e hipoteca sobre planta hilandería de Reconquista, de la Sociedad Algodonera Avellaneda S.A., fue aprobada en marzo de 2018, con una vigencia de un año, prorrogable por única vez por 3 meses, vale decir con vencimiento a más tardar el 31 de julio.
Vicentin ofreció, ya en 2020, que el BNA retenga los Flujos Libres (EBITDA) de la cobranza de etanol de manera que el banco pueda percibir su acreencia. Por denegarse, la producción se encuentre funcionando a su mínima expresión sólo para mantener al personal trabajando, perdiendo el menor capital de trabajo posible.
Desde el inicio de la cesación de pagos, el BNA cobró vía este privilegio casi u$s 20.- M. En el marco de la audiencia con el Doctor Fabián Lorenzini del 4 de noviembre de 2021, la Sindicatura y los trabajadores pidieron que interceda con una medida para lograr que la planta pueda funcionar a pleno, permitiendo que el BNA cobre sólo sobre el resultado de la actividad, de manera de hacerla sustentable.
Mientras tanto, en todo el lapso concursal la clase política ha impedido el normal desenvolvimiento de acuerdos que faciliten el cumplimiento de la cancelación de las deudas contraídas.
La práctica marca que la empresa presenta sus Estados Contables aprobados por la Asamblea dentro de los plazos legales durante los meses de marzo y los departamentos de crédito de Santa Fe y Casa Central necesitan un tiempo adicional para su análisis y evaluación.
Los márgenes de crédito de los exportadores –como es el caso de Vicentín- se aprueban en dólares, convirtiéndose al momento de la capitalización al tipo de cambio de esa fecha, para medir la relación existente entre el mismo y la Responsabilidad Patrimonial Computable (RPC) del banco, que está expresada en pesos. Por norma, el banco no puede prestar a ninguna sociedad más del 15 % de su RPC. A la fecha de la aprobación la línea no superaba el parámetro por cuanto el tipo de cambio era de $ 21.- y representaba aproximadamente $ 6.300.000.000.-
Durante la vigencia de la línea, el tipo de cambio evolucionó a $ 40.- para diciembre de 2018. Tuvo altibajos hasta el vencimiento de la línea fechado el 31 de julio de 2019.
El Patrimonio Neto del Nación no progresó de la misma manera que el tipo de cambio, por lo que igual calificación que merecía la empresa por su performance de u$s 300.- M, excedía la capacidad prestable de la Institución, en ese momento por aproximadamente u$s 30.- M. Cabe aclarar que los balances que sirven a estos cálculos son en pesos y en determinados casos sin reexpresión por inflación.
Brete difícil, si los hay. Vicentín sumaba frentes con escaso margen de maniobra. Imposibilitados de cancelar el exceso por encontrarse en plena campaña de soja su principal fuente de ingresos y con requerimientos de capital de trabajo permanentes.
En mayo de 2018 se hicieron tratativas con Credite Agricole y FMO por un préstamo sindicado a mediano plazo que permitiera reemplazar líneas bilaterales –banco y empresa- que en situaciones de inestabilidad política o económica suelen retirarse muy rápidamente.
El Due dilligence de ambas entidades se realizó en dos etapas, entre junio y diciembre de 2018, y la facilidad se firmó y desembolsó en mayo de 2019. Se trataba u$s 150.- M, íntegramente destinados a reponer recursos perdidos durante la tramitación. Lo que en un principio tenía un destino virtuoso, para capacidad industrial, se desvió a atender contingencias de deuda.
La situación política Argentina se enrarecía y se sumaban particularidades del sector financiero internacional que ya venía en retirada desde mediados del 2018.
Comprensivos de las particularidades del caso y con la intención de lograr un encuadramiento paulatino, la línea del BNA comenzó a trabajar alternativas reglamentarias para encuadrar la calificación dentro de la norma sin cancelaciones bruscas.
Poniendo en perspectiva la línea de tiempo hay que entender que la consideración se aprueba entre marzo y julio de cada año, y rige para el siguiente. Se hace en dólares, dado que se trata de prefinanciaciones de exportaciones. El patrimonio neto del BNA se mide en pesos, y no siempre sigue la evolución del dólar.
El segundo trimestre del año 2018 el tipo de cambio, dijimos, estaba a $ 21.- poniendo la línea a $ 6.300.- M. Un trimestre más tarde la cifra asciende a $ 9.000.- M por el salto del dólar a $ 30.- y las ventas de la compañía habían crecido u$s 196.- M en igual lapso. El primer trimestre del 2019 con el dólar a $ 40.- la cifra suma $ 3.000.- M más, es decir se acrecienta a $ 12.000.- M. Con la devaluación de las PASO y el dólar a $ 62.- aquéllos $ 6.300.- M llegan a $ 18.000.- M.
La línea estaba vencida y las operaciones no se podían cancelar y volver a tomar. De manera que, sin afectar la liquidez de la firma y evitando que ésta se viera impedida por situaciones de incumplimiento, las cobranzas de exportación pasaban por la cuenta del BNA y no se aplicaban a cancelaciones, sino que se retornaban a la operatoria comercial.
El BNA permitió que Vicentín vendiera los dólares y con ello pagase a sus proveedores de materias primas. Con la intervención del Banco Central se determinó como alternativa viable que Vicentín contratara un seguro COFACE sobre las cobranzas de exportaciones cedidas al BNA, de manera tal que al ser garantizado el margen pasaba a encuadrar dentro de los límites y las reglas.
COFACE, Compagnie Française d’Assurance pour le Commerce Extérieur, es una aseguradora de crédito multinacional. Ofrece a las empresas soluciones contra el riesgo de impago de sus clientes, tanto en el mercado doméstico como en exportación. Su oferta comercial es muy específica y afinada, llegando a servicios de información comercial y Bonding.
El grupo COFACE tiene la más alta reputación de parte de exigentes calificadoras mundiales. Opera en 100 países. Analiza, clasifica y emite evaluaciones de Riesgo País trimestralmente en 192 naciones, basándose en su conocimiento del comportamiento de pago de las empresas y en la experiencia de sus analistas de riesgos, desde la década del 40.
Este recaudo es central, porque da cuenta de la transparencia y el cumplimiento de las formalidades de parte del banco acreedor y de las autoridades. En tal sentido, exime de mayores comentarios por la correcta actuación, ajustados a protocolos, frente a denuncias penales que achacan a Guido Sandleris, por entonces presidente del BCRA y al titular del Banco Nación, Javier González Fraga.
A mediados de septiembre, comenzaron a trabajar funcionarios de línea del BNA para definir el tenor y los requisitos de la garantía necesaria, como así también las características del endoso de la póliza que Vicentín debía hacer en favor del BNA, con la amplia colaboración de los funcionarios de la aceitera.
Tocó en tiempo real, y como dijimos para esta altura de los acontecimientos, el resultado de las PASO con el nuevo salto devaluatorio empezaba un trance difícil.
La relación técnica se volvía insostenible por el crecimiento del numerador de la ecuación y el deterioro del denominador -Patrimonio Neto del BNA- provocado por la devaluación y reperfilamiento de la deuda pública, entre otros.
La compleja amenaza de facto de que el BNA tomara las divisas de las exportaciones de Vicentín para cancelar el débito estaba latente. En cumplimiento a lo acordado, la compañía continuó pasando los fondos por cuentas de BNA, cancelando normalmente sus vencimientos mientras tuvo línea vigente. Incluso, cuando la gerencia del BNA autorizó la retoma se cancelaron u$s 105.- M de préstamos vencidos en noviembre 2019.
Para entonces se presentó un plan de pagos a lo largo del año 2021 del exceso de línea sobre la RPC solicitando el envío de valuadores del BNA a las plantas de etanol de Avellaneda y crushing de Ricardone, que lo hicieron durante noviembre de 2019. Esta petición quedó formalmente aceptada el 4 de diciembre por el BNA vía carta documento, pero no llegó a instrumentarse por el ingreso de Vicentín en un proceso de suspensión y renegociación de sus pagos comerciales. La mecha comenzaba a encenderse.
En paralelo y a mediados de ese año con las perspectivas financieras complicadas y las crecientes dificultades ante los vencimientos, Vicentín trataba alternativas para lograr liquidez con la venta de activos.
La devaluación mencionada, el retiro de los depósitos en dólares de los bancos locales y la presión de los productores por vender su cosecha entregada, frente a las expectativas que el cambio de gobierno generaba sobre un aumento en las retenciones, diezmaron al extremo insostenible la capacidad financiera de la empresa.
Durante la corrida cambiaria y granaria se observa que, desde el 1 de agosto de 2019 hasta el 4 de diciembre del mismo año, los pagos realizados en pesos equivalentes a dólar, superaron ampliamente la media normal histórica.
Al cotejar los cuatrimestres del trienio 2017/19, sobresaliendo en los montos el reflejo de la sequía del 2018, se constata en los Ejercicios que el año 2017 es perfectamente comparable con volúmenes de cosecha similares a otras campañas anteriores.
Otro costo, encubierto y del que se habla poco, son los gastos bancarios, comisiones e intereses que no solo coloca en lucha desigual al espíritu emprendedor: Vicentín pagó la friolera de u$s 500.- M entre los años 2014 y 2019 en concepto de intereses bancarios.
Durante el período post PASO, los pagos a proveedores de materias primas se aceleraron fuertemente totalizando u$s 1.784.- M versus los u$s 1.000.- de ingresos que ocasionaron el ahogo financiero. Esa evidente holgura negativa no podía ser reemplazada por financiamiento adicional, por el estatus de la coyuntura.
El mercado financiero nacional no sólo no podía asistir con extras a la empresa, sino que además se veía en la necesidad de requerir cancelaciones de préstamos, dada la corrida de ahorristas que llevaron a la baja el nivel de depósitos más de un 30 %.
Por el lado de los bancos internacionales, si bien se habían iniciado tratativas para refinanciar vencimientos y solicitar un préstamo adicional, la indefinición política posponía tiempos que la realidad económica no toleraba.
El periodista Luis Gasulla afirma que el kirchnerismo ha hecho bandera en Vicentín con el macrismo y el sector agropecuario. El 4 de marzo de 2021 en su cuenta en una red social, tuiteó: “El escrito de defensa que el actual Directorio del Banco Nación no quiso presentar está firmado y cajoneado en el área de Legales del Banco Nación”.
Agrega en otro: “El fiscal y el juez Federal que tienen a cargo la investigación se negaron a allanar el Banco Nación, ayer 3 de marzo, para secuestrar el escrito de defensa que demuestra que el gobierno anterior hizo lo correcto”.
“El 22 de febrero en reunión especial del Directorio, el Área de legales llevó un proyecto de defensa que demuestra que ni los gerentes, ni el anterior directorio, ni Macri cometieron irregularidades”.
“El actual Directorio NO quiso firmarlo. El 23/2 entonces Banco Nación presentó el escrito pidiendo 60 días de prórroga para defenderse”.
Luego, en una serie, el 8 de marzo, volvió sobre el tema en el mismo medio: “El anterior hilo generó un revuelo interno en el Banco Nación para averiguar por las buenas o por las malas, como diría el Presidente Testigo, quiénes eran mis fuentes de información.
“Empezaron a gestarse maniobras oscuras para sostener la imputación contra @MauricioMacri El actual Directorio tuvo que recurrir al oscuro Marcelo Costa, síndico militante, para dejar sin efecto auditoría propia.
“Al día siguiente el Banco Nación pidió 60 días de prórroga para fabricar pruebas contra Macri y el ex Directorio del banco. El objetivo es claro: Vicentín se volvió un símbolo de Cristina. Expresa lo que es la venganza, el doble discurso y una causa judicial armada. Atentos…”, cerraba el hilo en la red del pajarito.
En su blog, escribe: “Los síndicos presentaron un informe de lo que pasó en Vicentín. Los argumentos del vaciamiento esgrimidos por el presidente Alberto Fernández eran erróneos. O se equivocó o mintió. Su intervención no evitó el desenlace y fue resistida por la ciudadanía santafecina.
“La cesación de pagos que derivó en el Concurso no se produjo por un vaciamiento orquestado por empresarios inescrupulosos y la complicidad del gobierno de Mauricio Macri. Lo que sucedió, tal como informamos hace 30 días. fue un combo explosivo entre cambios en las operatorias del Banco Nación, la devaluación Albertista post PASO 2019, el clima, el peso de la deuda en el balance y las corridas de los productores por el regreso del Kirchnerismo al poder, entre las razones más evidentes.
“En el directorio del Banco Nación se pusieron muy nerviosos cuando este periodista publicó información reservada sobre la situación de Vicentín. Querían presentar un informe para presionar a la justicia en el que se indicaba que los responsables de lo sucedido eran los directivos comandados por Javier González Fraga. Nada más alejado de la verdad”.
Evidentemente, los bancos conocían perfectamente el estado de situación financiera de Vicentín porque tenían la información y convivían con la situación a diario.
Así, se quita el velo a un tema crucial del que se sabe poco, habla tanto y lastima mucho faltando a verdades desbordadas por intereses. Más allá de la corrección en la actuación de las formas, ajustadas a prácticas leales de mercado y el entendible sentido común de respuesta humana y empresaria inmersa en esos frentes se exhiben lógicas acordes. Nadie con decencia operaría de otro modo.