Bayer es una corporación agrícola global y quizás esté mirando lo que aquí, ofuscados entre grietas y retenciones, no logramos ver con claridad: que hacer una agricultura amigable con el medio ambiente, y sobre todo que actúe como reguladora de los gases del efecto invernadero (GEI), a mediano plazo tendrá un premio efectivo. Finalmente Bayer sabe que cuidar el planeta servirá para incrementar los ingresos de los productores.
En este sentido, el director de Asuntos Corporativos y Sustentabilidad para América Latina, Alejandro Girardi, informó este jueves en el marco del Congreso de AAPRESID que Bayer comenzará a “compensar” a los productores por generar créditos de carbono mediante la adopción de prácticas climáticamente inteligentes, generando fuentes de ingresos adicionales para ellos.
Esta iniciativa, según un informe de prensa de la compañía alemana, “convertirá a Bayer en la primera empresa en desarrollar un enfoque transparente, basado en la ciencia y de colaboración para este mercado en la agricultura argentina”.
Bayer ya aplica este mecanismo en Brasil y Estados Unidos, como la Argentina otros dos grandes productores de commodities. Si sus productores logran generar créditos de carbono mediante la adopción de prácticas como la Siembra Directa y el uso de cultivos de cobertura, recibirán algún premio o zanahoria desde la compañía. “Bayer está trabajando con productores y organizaciones en la Argentina para poder adoptar este programa el próximo año”, informó en concreto la empresa.
La iniciativa fomenta un futuro de carbono cero o neutro que se busca para la agricultura. Bayer, finalmente una empresa de raíz europea, está en linea con lo que propone el Viejo Continente a su comunidad agrícola: reducir las emisiones de GEI en el campo en un 30% en 2030.
“Hace 4 años comenzamos a trabajar para lograr una agricultura Carbono neutra en la Argentina, y vimos que no sólo llegamos a Carbono Cero. Gracias a tecnologías como la Siembra Directa, cultivos de cobertura, nuevas tecnologías en semillas y herramientas digitales, es posible capturar carbono adicional sin relegar rendimiento ni rentabilidad”, dijo Girardi.
Con presencia en otros lugares del mundo, Bayer saber que “al mismo tiempo hay una gran cantidad de compañías que necesitan mitigar sus emisiones de dióxido de carbono”, según explicó el ejecutivo. Incluso la propia Bayer podría necesitar comprar bonos de Carbono pues quiere tener un balance neutro en 2030. “Es probable que necesitamos comprar créditos de carbono, y para eso es necesario contar con un mercado de carbono”, indicó el ejecutivo.
A la búsqueda de quienes puedan cubrir esta necesidad, la empresa líder entre los proveedores globales de tecnología agrícola luego de la compra de la estadounidense Monsanto en 2018, ya lanzó su plan hace un mes en Brasil. Allí ya trabaja con 500 productores para propiciar la captura de carbono en el campo, con métodos de certificación. También en identificar interesados en comprar los créditos de carbono.
En Argentina, el mercado de carbono es una asignatura pendiente. “Este proyecto requiere trabajar en colaboración junto a productores, ONG, empresas certificadoras y gobiernos que construyan un marco legal para que estas transacciones puedan darse en forma transparente, con la participación de otras compañías que también estén interesadas en mitigar. En un esfuerzo por poner en práctica nuestros compromisos de sustentabilidad y redefinir el valor de la producción, estamos desarrollando un mercado de carbono en la agricultura”, dijo Girardi.
El suelo es una de las formas más efectivas de secuestrar carbono. Incentivar a los agricultores para que adopten prácticas como la Siembra Directa, el uso de nitrógeno de precisión o los cultivos de cobertura, ayuda a secuestrar aún más el carbono en el suelo, reducir el uso de combustibles fósiles y reducir los gases de efecto invernadero. Si bien hoy en día a los productores se les paga por sus cosechas, quienes participen en el futuro de la Iniciativa de Carbono tendrán la oportunidad de ser recompensados por sus mejores prácticas de gestión agrícola y otros esfuerzos de sustentabilidad.
Bayer planea expandir el programa desde Estados Unidos y Brasil a otros países, incluida la Argentina. Luego a otras regiones del mundo como Europa, y la región Asia-Pacífico.
“Para Bayer la sustentabilidad es una obligación. Este no es un proyecto más, sino que forma parte de nuestro ADN, de nuestra forma concebir toda nuestra actividad”, definió. “Iniciativas como estas nos acercan a cumplir con nuestros objetivos de sustentabilidad agrícola para alcanzar la neutralidad de carbono en todas nuestras operaciones al 2030 (reducir 30% el impacto ambiental y 30% los gases efecto invernadero emitidos por cada kilo de cultivo producido y trabajar para que 100 millones de pequeños agricultores se beneficien de soluciones a medida y tengan acceso a la educación)”.