Frente al inminente fracaso del “dólar chacarero” diseñado por las autoridades del Banco Central (BCRA), la ministra de Economía, Silvina Batakis, apenas logró conseguir fondos para cubrir algunos días de oxígeno financiero.
Esta semana Batakis, en misión oficial en EE.UU., consiguió destrabar un crédito del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) por 200 millones de dólares que contará con un aporte adicional de 100 millones de euros de la Agencia Francesa de Desarrollo (AFD) y otros 100 millones de euros del Banco Europeo de Inversiones (BEI).
El desembolso, según informó el BID, tiene como “objetivo contribuir a la descarbonización del sector eléctrico al disminuir sus emisiones de gases de efecto invernadero y al desarrollo humano, a través de la ampliación y modernización de los sistemas de transporte de energía eléctrica”.
Muy contento de reunirme con @sbatakis. Conversamos sobre Argentina y reafirmamos el compromiso del @BancoMundial de proteger a los pobres de la inflación y otros desafíos macro, mejorar servicios e infraestructura, y promover un crecimiento sostenible https://t.co/FDPCMFAvBp pic.twitter.com/M9yunArjZf
— Axel van Trotsenburg (@AxelVT_WB) July 26, 2022
Por otra parte, Batakis “pasó la gorra” por el Banco Mundial y consiguió la aprobación por parte de esa entidad de un nuevo proyecto por 200 millones de dólares para “brindar financiamiento a pequeñas y medianas empresas que trabajan en las áreas de innovación y desarrollo tecnológico”.
Tal como viene el mercado cambiario, tales montos alcanzarían apenas para unos días, dado que el BCRA está perdiendo divisas diariamente con el propósito de contener el tipo de cambio oficial frente al crecimiento de las cotizaciones del dólar negociado en los mercados bursátiles locales e internacionales (MEP y CCL).
Hoy miércoles el dólar oficial terminó en 137,2 $/u$s, al tiempo que dólar MEP finalizó en 323,7 $/u$s y el Contado con Liquidación (CCL) con GD30 en 339,4 $/u$s.
Las reservas internacionales líquidas netas del BCRA son virtualmente nulas y es muy probable que la autoridad monetaria esté empleando recursos provenientes de encajes bancarias dolarizados.