Media caótica fue la reunión virtual que este lunes a la tarde mantuvieron los integrantes de la nueva Comisión de Agricultura de Diputados con el ministro Luis Basterra. La señal de internet se cortaba a cada rato, pero no en las casas de los legisladores en cada provincia sino en el mismísimo Salón Gris de la cartera agropecuaria. Mal. “¿Me escuchan?”, preguntó con recurrencia Basterra a los diputados. “Ahora sí”, “ahora no”, respondían éstos.
¿Hubo alguna cosa para escuchar? Sí, hubo algunas definiciones importantes de parte del ministro agropecuario del gobierno nacional, que fue presentado en la sala virtual por el presidente de la Cámara, Sergio Massa, y por el flamante presidente de la Comisión que atiende los asuntos del campo, el correntino militante de La Campora, Jose “Pitín” Ruiz Aragón, que no largó el mate en toda la reunión.
¿Qué definiciones? Más que definiciones taxativas de parte de Basterra, hubo varios gestos políticos de importancia, que deben ser leídos en clave de pandemia. ¿Cómo se entiende? Y sí, el coronavirus trastocó toda la agenda. El ministro de Agricultura centró su presentación en las urgencias de la hora y evitó meterse en otros asuntos más espinosos. De todos modos, fue claro al desestimar que apelarán a más retenciones para financiar el gasto público y también para desmentir que quieran intervenir en algunos mercados de alimentos.
Fue importante su primer gesto, ni bien comenzó a contestar a las preguntas que habían formulado los diputados. Acompañado por todo su equipo, Basterra realizó un reconocimiento a todo el sector productivo, que en este marco de cuarentena y aislamiento social ha seguido haciendo su tarea: aportar alimentos y mantener la economía en funcionamiento. “He escuchado y no comparto la palabra ‘privilegio’. Quien ejerce una tarea en este contexto no está con un privilegio, sino que cumple una responsabilidad social que lo enfrenta a una situación de riesgo para poder aportar a su sociedad el alimento”, señaló.
Es importante este reconocimiento público a los productores y los trabajadores rurales porque, hay que decirlo, tanto al presidente Alberto Fernández como al propio Basterra les había costado bastante admitir que el sector agropecuario tiene y tendrá un rol relevante en una Argentina jaqueada por el Covid-19.
“En este momento tenemos todas las actividades productivas funcionando”, destacó a viva voz el ministro, que solo reconoció que “hay una sola actividad con problemas, que es la floricultura, que no esta inhabilitada pero cuyos canales comerciales están todos cerrados”.
Basterra, claro, destacó que este ha sido un logro no solo de los productores sino también de la gestión del gobierno. Contó que en una primera etapa el trabajo de Agricultura se concentró en definir los protocolos para contener el contagio en las diferentes agroindustrias. Y hasta se mostró satisfecho porque hubo solamente dos contagios en industrias alimenticias, uno en el sector lácteo y otro en un frigorífico santafesino.
“Nos estamos preparando para una segunda etapa, que erá la de la mitigación, que ss cuando el virus comienza a difundirse y empiezan a aparecer más casos. ¿Cuáles van a ser los protocolos para que si aparece un caso la actividad no pare?”, preguntó el funcionario nacional, quien elogió el trabajo con muchos sectores, como los tambos, la apicultura, la pesca, los frigoríficos, o los mercados de cercanía, para reaccionar ante esos casos.
Basterra también dijo que con el correr de los días se han resuelto muchos de los escollos que ponían gobernadores e intendentes al tránsito de camiones o maquinaria agrícola. “Hemos bajado muchísimo la tasa de municipios que no permitían el ingreso”, declaró Basterra, quien de todos modos confesó que poco podían hacer desde el Ejecutivo nacional frente a casos como el de San Luis, que sigue poniendo férreos controles en sus fronteras. Eso sí, aclaró que en esos casos “solo impiden el paso de la gente” y no de los equipos ni de la mercadería.
También reveló que desde que este fin de semana Agricultura puso a disposición un nuevo permiso para el tránsito de personal ocupado en actividades agropecuarias, hubo más de mil solicitudes tramitadas.
Luego de este reconocimiento por la reacción madura del sector ante la emergencia sanitaria, el ministro de Agricultura contestó algunas preguntas de diputados de la oposición sobre la agenda agropecuaria propiamente dicha. Hubo allí algunas definiciones importantes, en el sentido de alejar temores:
- Dijo que el gobierno no tiene previsto un nuevo incremento de las retenciones, tal como lo habilita la ley de Emergencia para el caso del trigo o el maíz.
- En ese sentido, estableció que no hay elementos en el mercado que brinden asidero a una baja de la siembra del trigo este invierno. “Nuestra intención es que se siembra más o por lo menos lo mismo”, estableció.
- También en materia de trigo, anunció que el secretario Julián Echazarreta logró sellar una cuerdo con los sectores de la cadena “para garantizar la provisión de trigo para el mercado local y para el mercado de Brasil. Ha habido una gran comprensión de parte del sector exportador”, elogió.
- Esquivó sí definiciones sobre las prometidas devoluciones de las retenciones a la soja para pequeños productores. “Estamos queriendo ser equilibrados. Tengan la plena seguridad que las vamos a aplicar con equidad y justicia”, dijo, sin dar plazos ni describir formas. Simplemente dijo que seguían trabajando con las entidades de la producción en la definición del mecanismo de reintegros.
- Frente a la pregunta sobre posibles intervenciones a los mercados, en especial frente a al suba de los precios de la carne, el ministro estableció: “Cuando hay algún desajuste nos sentamos y hablamos. Pero no nos animal el espíritu intevencionista, aunque si que se logre que los alimentos lleguen de manera accesible a los hogares argentinos”.
Ok. Entonces despues de terminada la cosecha aumentan las retenciones del maiz y en agosto/ septiembre las del trigo.