Jorge Solmi lleva poco más de un mes en el cargo de secretario de Agricultura de la Nación, pero ya debe sentir una elevada presión sobre sus hombros. Es que sus ex compañeros de ruta de la Federación Agraria Argentina (FAA) le están marcando la cancha sin contemplaciones, poniéndole por delante una agenda de temas por los que él mismo peleó bastante en sus tiempos de dirigente chacarero. ¿Y cuál es el problema? Que esa agenda de política pública nunca interesó al kirchnerismo a caso 20 años de su desembarco en la política nacional.
Solmi, que llegó a viceministro de Agricultura en marzo pasado, de la mano del sector de la coalición oficialista que comanda Sergio Massa, el presidente de la Cámara de Diputados, mantuvo este sábado pasado una reunión virtual con 20 filiales de la Federación Agraria, que solo se interrumpió cuando el flamante funcionario debió ausentarse para concurrir al velorio de Mario Meoni, fallecido en un accidente el viernes por la noche. En la reunión virtual había dirigentes de Buenos Aires, Santa Fe y Córdoba que hasta hace pocas semanas eran sus compañeros de ruta. En 2008, con los cortes en contra de las retenciones móviles, y durante todos sus años de militancia en esa entidad.
A fines de marzo, Junto al ministro Luis Basterra, Solmi ya había recibido una intensa agenda de reclamos de parte de la Filial Regional Sur de Santa Fe de FAA, incluyendo que se avanzara en algunos reclamos históricos de esa organización de pequeños y medianos productores, nacida del Grito de Alcorta en 1912, como la segmentación de políticas públicas y “el urgente debate del uso de la tierra y el arrendamiento rural como principal elemento de desaparición de chacareros y concentración de la producción”.
Son temas que sistemáticamente los gobiernos kirchneristas se han negado a discutir en los tramos que correspondieron a Néstor y Cristina Kirchner, entre 2003 y 2015, mostrando un profundo desinterés por la cuestión agraria. Mauricio Macri tampoco le prestó atención a ese tipo de planteos. Y en lo que va del gobierno de Alberto Fernández, de nuevo con Cristina en el centro del poder, no se puede decir que este tipo de debates hayan prosperado más allá de la retórica habitual de su militancia.
Pero allí va Jorge, presionado por los suyos para que esta vuelta sí suceda lo que tanto se anhela.
En la reunión del sábado, más filiales y dirigentes de la Federación Agraria le recordaron a Solmi que ellos mantienen en altos sus banderas, a pesar de los renuncios históricos del kirchnerismo. Lo resumió un comunicado enviado por esas mismas entidades de base, cuyo título es sugerente: “Necesitamos poner la voz del chacarero dentro de la agenda agropecuaria”.
“En un encuentro virtual realizado el sábado pasado, filiales de Federación Agraria de la Pampa Húmeda expresaron cuales son las prioridades al actual funcionario de Agricultura y quien fuera parte de la entidad”, informe ese parte de prensa. La agenda de temas que recibió Solmi no se limita a los planteos históricos sino que además abarca temas de coyuntura. El principal es que no todos los chacareros se beneficiarán con la soja de 500 dólares, ya sea por la fuerte presión fiscal o por el impacto de la sequía.
“Hay regiones donde la cosecha fue muy pobre debido al stress hídrico, y no se alcanza a cubrir los costos de producción. La Ley de Emergencia Agropecuaria es obsoleta, burocrática, no contempla a quien hace la producción, y no llega cuando el productor la necesita. Necesitamos otra herramienta que sea más ágil y que resuelva las urgencias. Las provincias no ponen las prioridades en los chacareros y el Estado está ausente ante la desaparición de productores”, se quejaron los federados.
Además le pusieron presión al secretario de Agricultura para que se cumpla con la promesa de pagar las compensaciones por las retenciones a la soja que faltan en el transcurso de mayo. “Se debe efectivizar el segundo pago de las compensaciones, hay que agilizarlo y solicitar que se incrementen los fondos destinados, los valores actuales permite que se actualicen los fondos”, indicaron los chacareros.
Luego agregaron que, no obstante ese pago pendiente, “fundamentalmente se debe seguir con un esquema que segmente la producción y compense a los actores más débiles mientras sigan las retenciones. El compromiso debe ser que esta ley que tiene vencimiento se transforme en política pública permanente”, apuntaron.
En ese sentido, Solmi recibió la inquietud por las recientes modificaciones al Impuesto a las Ganancias que impulsó Massa en el Congreso. “Creemos que los montos mínimos imponibles no contemplan la producción agropecuaria y no discriminan a los actores y la forma de producción”, dijeron. Y agregaron que “se debe categorizar y segmentar a los mismos, porque de lo contrario un chacarero que arrienda de 300 hectáreas paga el mismo porcentaje que un propietario de 1000 hectáreas”.
Los federados volvieron a levantar una bandera histórica de Federación Agraria, “Hay que poner en debate el uso de la Tierra, es necesaria una Ley de Arrendamiento que priorice el sujeto, cuide la tierra y establezca la diversificación productiva con plazos establecidos. Se debe terminar con los contratos accidentales”. Solmi ha sido siempre un defensor a ultranza de ese debate.
Respecto de las últimas medidas de Agricultura que imponen una declaración jurada a las exportaciones de carnes, el comunicado de las filiales afirma que “la preocupación de los chacareros no pasa por los decretos que ordenan la comercialización y la exportación de la carne”. Más bien, lo que reclamaron a su ex compañero de militancia en FAA fue “debatir un plan ganadero que nos incluya y fije un norte en cuanto a la cria y engorde como forma de transformar y darle valor a la producción”.