Quizás no haya nadie que se beneficie más con el cierre de las exportaciones de carne dispuesta por el presidente Alberto Fernández que los ganaderos y frigoríficos del resto del Mercosur, que también son grandes exportadores del alimento y recibirán en las próximas semanas la demanda insatisfecha que dejará la Argentina. Sin embargo, casi con ternura, ellos se solidarizaron los sus pares locales. “Lo siento, ché boludo”.
En un comunicado, en efecto, el Foro Mercosur de la Carne (FMC) manifestó su “honda preocupación” ante la medida anunciada por el gobierno argentino. Evalúan que tendrá “graves consecuencias para el desarrollo del país en el futuro”.
El foro, que es presidido actualmente por el uruguayo Daniel Belerati, de la Cámara de la Industria Frigorífica (CIF) de ese país, integra a entidades como la argentina Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), la Asociación Rural del Uruguay (ARU); la Cámara Paraguaya de la Carne (CPC); la Asociación Rural del Paraguay (ARP); la Associação Brasileira das Indústrias Exportadoras de Carne (ABIEC); la Confederação Nacional de Agricultura y Pecuária do Brasil (CNA); el Consorcio de Exportadores de Carnes Argentinas (ABC); la Federación Rural de Uruguay (FR), la Sociedad Rural Argentina (SRA) y la Sociedade Rural Brasileira (SRB).
“Argentina ha experimentado este tipo de políticas años atrás, con importantes secuelas negativas: el cierre de empresas frigoríficas, la caída en la producción y la pérdida de puestos de trabajo, lo que afectó tanto al sector productor como al industrial y a los propios consumidores argentinos”, recordó ese bloque regional.
Las actores del negocio de la carne en el Mercosur opinaron que “la inserción internacional de nuestros países y el crecimiento económico son inseparables. Está comprobado que el comercio mejora el bienestar de los consumidores y la eficiencia de los productores”, declararon.
También hubo un pronunciamiento de la Mesa Argentina de Carne Sustentable (MACS), que representa al país en ese movimiento internacional que busca llevar adelante una ganadería en línea con los desafíos ambientales del planeta. En este caso, se advirtió que el cierre de las exportaciones atenta claramente contra ese objetivo.
“La medida del cierre de exportaciones impacta en la sustentabilidad de la producción. El proceso virtuoso de una ganadería más eficiente y sustentable se ve afectado con esta restricción de un mercado que demanda animales de mayor peso y que requiere de una evolución prolongada que se ve desalentada con este tipo de decisiones”, declaró esa entidad.
La Mesa para una Ganadería Sustentable recordó que “diferentes estudios estiman que la producción de carne genera más de 400 mil empleos directos e indirectos. Esta cadena involucra no sólo a productores, sino a varios sectores como frigoríficos, transporte, empresas de insumos, de semillas, de alimentos, entre otros”.
Por eso consideró que la veda exportadora “generará un impacto social importante al afectar a miles de empleos directos e indirectos vinculados a los procesos de producción primaria, industria y proveedores de bienes y servicios para la cadena”.