Alberto Fernández amaneció en Glasgow, Escocia, donde participará de la cumbre climática global COP26, donde todos los países exhiben su voluntad de enfrentar el calentamiento global provocado, sobre todo, por la quema de combustibles fósiles.
En Buenos Aires, mientras tanto, el gobierno nacional “blanqueó” oficialmente que tiene planes para reducir el uso de biocombustibles y promover, en su reemplazo, el consumo de Gas Natural Comprimido y Licuado (GNC y GNL) en vehículos, para favorecer a la industria hidrocarburífera.
En diciembre de 2020 Argentina se comprometió a no exceder en 2030 una emisión neta anual 359 millones de toneladas de dióxido de carbono equivalente (MtCO2eq), lo que equivale a una disminución del 19% en comparación con el máximo histórico de emisiones alcanzado en 2007. Posteriormente, el gobierno argentino amplió ese compromiso el establecer una meta de 349 MtCO2eq para 2030.
Para llegar a ese objetivo es indispensable presentar un plan de mitigación de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) y, por supuesto, implementarlo. En esa línea, hoy se publicó en el Boletín Oficial un documento, denominado “Lineamientos para un Plan de Transición Energética al 2030”, en el cual se establece, con sinceridad absoluta, el plan oficial para promocionar la industria hidrocarburífera en desmedro de la de biocombustibles o combustibles renovables.
“Se implementarán medidas tendientes a gasificar consumos energéticos hoy abastecidos por medio de combustibles líquidos derivados del petróleo”, remarca el documento.
“De esta forma, se reducirán las emisiones de GEI por medio de un suministro confiable, asequible, continuo y menos contaminante a la vez que se aprovechan los recursos del país. A través del desarrollo de sus cuencas hidrocarburíferas, costa adentro y costa afuera, Argentina buscará transformarse en un proveedor de gas natural a escala regional y global, colaborando con la viabilidad de las transiciones energéticas de otros países”, asegura
“Adicionalmente, se estima que la mayor disponibilidad de gas natural en Argentina impulse una mayor penetración del GNC vehicular, así como del GNL en vehículos pesados”, añade el documento oficial.
En cuanto a los biocombustibles, el texto recuerda que el régimen anterior contemplaba una mezcla obligatoria de biodiésel con gasoil del 12% y de bioetanol con nafta del 10%, mientras que el nuevo marco regulatorio (Ley Nº 27.640), con vigencia hasta el año 2030, determina un corte mínimo de gasoil del 5% con una eventual reducción al 3%, mientras que en el caso del bioetanol permanece en un 12%, aunque con un eventual recorte al 9%, que deberá hacerse por medio del bioetanol elaborado en base a maíz.
El documento elabora dos escenarios probables con miras al 2030 y en ambos se proyecta un uso marginal de los biocombustibles en el parque automotor, mientras que el consumo de gasoil, nafta, GNC y GNL crecería de manera significativa.
En ese sentido, el texto indica que “se espera que el desarrollo del complejo hidrocarburífero, con grandes potencialidades de gas no convencional, pueda contribuir no sólo a la transición energética global, sino también a aumentar los niveles de exportación a la región, contribuyendo a mejorar la performance de la economía argentina en lo que a generación de divisas y reduciendo la vulnerabilidad externa”.
En cuanto a la matriz energética nacional, el documento explica que se encuentra ampliamente dominada por los hidrocarburos que, en conjunto, representan el 85% del total, encabezada por el gas natural, seguida por el petróleo y una participación poco significativa del carbón. Entre las energías limpias, la hidráulica alcanza el 3,7%, la nuclear 3,9% y las renovables no convencionales 1,5% (fundamentalmente de origen eólico). Entre los biocombustibles líquidos, los aceites vegetales tienen una participación del 1,5% y los alcoholes vegetales apenas un 0,6%
La demanda eléctrica nacional está cubierta en un 61% con generación térmica. El principal combustible es el gas natural y, en mucha menor medida, se emplean otros combustibles líquidos y sólidos (gasoil, fueloil y carbón). Las energías limpias agrupadas alcanzan el 39%, lideradas por la hidroeléctrica, seguida por las renovables no convencionales y la nucleoeléctrica.