El Farm Progress Show, la muestra de agro más importante de Estados Unidos, abrió las puertas de su nueva edición frente a cientos de productores curiosos. Entre ellos se encuentran los 130 argentinos que participan de un viaje formativo junto a Agroeducación, y que Bichos de Campo acompaña en forma exclusiva.
El evento -que este año se realiza en la localidad de Decatur y que promete revelar “lo que hay de nuevo y emocionante en el sector agrícola local”- significa para muchos un adelanto de los nuevos desarrollos que podrían llegar al país durante las próximas campañas. En ese marco, poder conocer de primera mano las impresiones que eso genera en productores y agrónomos se vuelve, para esta periodista, especialmente interesante.
Y con ellas es que inició la mañana del primer día de esta mega muestra, que contó con una breve pero necesaria charla de contexto.
“Aquí se trabaja 10% de la tierra con siembra directa y un 90% con labranza, por eso vas a ver ofrecida otro tipo de maquinaria”, indicó a este medio Eladio Grosso, productor de Adelia María, en la provincia de Córdoba.
A su turno, el agrónomo de la localidad bonaerense de Pehuajó, Nicolás Polo, explicó: “Son equipos más grandes porque necesitan operar con mayor velocidad, ya que las ventanas de tiempo son más cortas. El proceso es similar, siembran entre la primavera y el verano, y cosechan entre el otoño y el invierno. Sin embargo, deben adelantarse a la caída de la nieve, por lo que trillan con mayor humedad de grano. Luego pueden secarlo”.
Respecto del contexto en el que se desenvuelve la actividad, los argentinos destacaron que aquí los agricultores cuentan con mayor seguridad respecto del precio que obtendrán por sus granos, ya que el estado compensa cualquier caída abrupta. “Se acomodan a sus necesidades”, sostuvo otro productor, que bromeó al decir que “un gringo en Argentina se funde”.
“Si vemos lo que aquí se ofrece, nosotros también tenemos muy buenas tecnologías. Pero con las condiciones generales que tenemos para ellos producir en un país como el nuestro no es negocio”, añadió.
A continuación, mencionó también la posibilidad que tienen los locales para renovar más seguido su parque de maquinaria, gracias a las facilidades que ofrecen las firmas: “Aquí se pueden revender máquinas con pocas horas de uso, que luego el país exporta como usado hacia países como Argentina”.
Luego de aquella conversación, el grupo comenzó su recorrida por el área de maquinaria. Una de las primeras paradas fue el stand de John Deere, donde los productores se sorprendieron al ver la gran oferta de tractores con rueda oruga.
“Esto sirve mucho para esas zonas que se inundan más, ya que compacta menos el suelo al distribuir mejor su peso. Pero acarrea costos implícitos que en Argentina no siempre podemos afrontar. Su traslado es complicado, porque son mucho más lentos, se requiere comprar un carro de traslado y eso implica una inversión mayor”, afirmó Daniel Pizzio, agrónomo, productor y genetista de la localidad de Venado Tuerto.
Una cosechadora con un cabezal que emulaba las ondulaciones del suelo, algo que mejora mucho su eficiencia, fue otra de las máquinas que despertó interés y recogió incluso varias fotos.
El paseo por los fierros culminó con una máquina trituradora de descarga lateral, con la que, valga la redundancia, se trituran los rastrojos que quedan en el campo.
“Si no se rompe lo que queda a campo previo a la llegada de la nieve, eso se congela y lo seguís teniendo en verano. Es como si lo pusieras en un freezer. Nosotros en cambio buscamos que eso quede en el campo”, explicaron los productores.
La próxima sorpresa llegó en la carpa de Bayer, donde una máquina mostraba cómo extraer ADN de las semillas sin dañarlas.
“Lo hacemos con soja, maíz y otros cultivos. Nos permite analizar semillas y crear nuevas genéticas sin romper los granos. De esa forma no se desperdician. En nuestra planta de Iowa tenemos una máquina que hace este proceso de a 10 mil semillas a la vez”, explicó el representante Kevin Rust a Bichos de Campo.
El proceso consiste en tomar un grano, escanearlo, posicionarlo en la orientación correcta y extraer de él una pequeña muestra sin dañar el embrión.
“Esto acelera nuestra línea de cría, al eliminar la necesidad de plantar y cultivar la semilla para recopilar información de ADN. El proceso respalda nuestros objetivos de sostenibilidad, al reducir nuestra huella terrestre”, señalaron desde Bayer.
Otros de los ítems que llamó la atención fue la presentación de una variedad de maíz resistente a 5 herbicidas distintos, algo que en Argentina aún no está disponible.
Los productores finalizaron su mañana asistiendo a una presentación de la Asociación de Clasificadores de Suelo de Illinois, que a través de una calicata –técnica de prospección que permite muestrear el suelo- dieron cuenta del grado de materia orgánica en el lugar.
“Por lo que muestran, tienen 5% de materia orgánica en el suelo. Nosotros tenemos, en promedio, 2% a 3,5% en los mejores suelos de Argentina. Lo que vemos acá claramente son de los mejores suelos que se pueden ver en agricultura”, indicó Pizzio a este medio.