¿Cómo es hacer negocios con Rusia en estos momentos? Sebastián Sánchez, responsable de Comercio Exterior de la fábrica santafesina Caimán, puede dar un testimonio bien “fresquito” al respecto, porque regresó el pasado viernes de la nación en conflicto con Ucrania.
Si bien en 2020 la empresa había concretado la exportación de cuatro contenedores completos de una pulverizadora autopropulsada y varias otras de arrastre, no pudieron viajar hasta allá para armar y calibrar los equipos por las restricciones logísticas impuestas por la pandemia de Covid-19.
Rusia abrió las fronteras para ciudadanos argentinos recién en diciembre de 2021, razón por la cual este año pudieron comenzar a gestionar el viaje hacia esa nación para armar y calibrar los equipos in situ. Cuando terminó el invierno boreal, comenzaron a planificar el viaje y poco después llegó el conflicto bélico con Ucrania, que complicó por demás las cosas.
Finalmente, luego de un viaje de unas 40 horas, que hizo escala en Qatar, lograron llegar a Moscú el pasado 5 de mayo, para luego hacer un viaje de cabotaje que se extendió por otras cuatro horas y media más hasta el Aeropuerto de Mineralnye Vody, localizado en el extremo sur de Rusia.
“En condiciones normales, el viaje desde la ciudad de Buenos Aires hasta Moscú no se extiende por más de 20 horas, mientras que el vuelo interno duraría apenas una hora y media, pero, para evitar la zona de conflicto, debe hacer una especie de ‘panza’ hasta llegar a Mineralnye Vody”, explicó Sebastián a Bichos de Campo.
“La vida en Rusia transcurre con normalidad, salvo por el hecho de que ya no cuentan con la oferta de productos y servicios de las grandes compañías internacionales que se retiraron de ese mercado por la guerra, una de las cuales son las de tarjetas de crédito, razón por la cual es necesario llevar efectivo para poder desenvolverse allá”, relató.
Visitaron clientes con el concesionario ruso en las zonas agrícolas de Stavropol, Rostov, Krasnodar, Samara, Saratov y Oremburgo. Se trata de importantes regiones productoras de trigo, colza, maíz y girasol.
Aprovecharon además el viaje para realizar contactos con potenciales clientes tanto rusos como de Kazakhstán, nación lindante con Rusia que es una importante productora y exportadora de trigo.
Las empresas globales de maquinaria agrícola abandonaron sus operaciones en Rusia luego de la invasión a Ucrania y, por lo tanto, existe mucha incertidumbre sobre la operatividad de tales equipos cuando se acabe el stock de repuestos, el cual, si bien se puede llegar a triangular con otras naciones, eso conlleva otros tiempos y, por supuesto, también otros costos.
“El escenario representa una oportunidad grande para las fábricas de maquinaria agrícola tanto de Brasil como de la Argentina, dos países que pueden seguir haciendo negocios con Rusia”, señaló el gerente de Caimán.
“Pero, en el caso de la Argentina, esa oportunidad se podrá aprovechar si logramos ser competitivos, dado que hoy tenemos muchas dificultades para acceder a insumos importados y por el impacto de una creciente inflación de costos”, añadió.
estos imbeciles peseteros van a cualquier lado con tal de vender 1 maquina. y no se dan cuenta que si Rusia mejora su produccion pasa a competir directamente con los productores argentinos que somos los que les damos de comer todos los dias a estos “industriales” ( si se puede llamar industriales a simples ensambladores de piezas). ojala y les paguen como cuando vendieron a Venezuela y a Cuba. se creen muy vivos x que exportan y son unos simples manyagrasas. me encanta el servicio que pueden llegar a dar en Rusia !!! si cuando se te rompe algo aca tenes que rogarles y esperar 100 dias para que te den bola