Falta muy poco para que se termine de sembrar el trigo en las diferentes regiones productivas y, si no ocurre ningún imprevisto climático, Argentina va camino a lograr un récord histórico.
La Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) estima que el área de siembra este año alcanzó las 6,8 millones de hectáreas, la mayor extensión de tierra desde el ciclo 2001/02, cuando se sembraron 7,1 M/ha
“Esto conllevaría a una producción de 20,5 millones de toneladas, superando los registros de la campaña 2019/20 por casi un millón de toneladas e instaurando un récord histórico para la producción de trigo pan a nivel nacional”, proyectó un informe de la BCR.
Por supuesto: aún falta bastante hasta la cosecha –que comenzará a fines del mes de noviembre en el sector norte del país– y pueden ocurrir eventos desfavorable imposible de predecir a la fecha (como una helada tardía intensa, por ejemplo).
Los últimos datos oficiales, correspondientes al pasado 7 de julio, muestran que los productores argentinos ya vendieron por anticipado 4,063 millones de toneladas de trigo, de las cuales 2,734 millones tienen “precio hecho”, mientras que las restantes son “a fijar”.
Los exportadores, con ese nivel de mercadería adquirida, están “sobrecomprados” en trigo 2021/22, dado que hasta el momento registrados exportaciones (DJVE) de cereal de la nueva campaña por 3,12 millones de toneladas.
Una abultada cosecha de trigo y cebada garantiza, en términos macroeconómicos, un flujo de ingreso sostenido de divisas entre fines de año y comienzos del siguiente, lo que representa una suerte de “seguro cambiario” para el país.