En 2020 el único sector económico argentino que registró crecimiento económico fue el de la intermediación financiera con un 2,1% respecto de 2019. Todos los demás –producto de la crisis potenciada por el aislamiento obligatorio– sufrieron caídas.
Los casos más críticos correspondieron a los rubros “hoteles y restaurantes” con una caída interanual del 48,6% y “otras actividades de servicios comunitarios, sociales y personales” con -37,5%, según indica el Estimador Mensual de Actividad Económica (EMAE) publicado hoy miércoles por el Indec.
A nivel general, el EMAE, que constituye un anticipo de la evolución del Producto Bruto Interno (PBI) del país (que se conocerá en los próximos días), descendió un 10,0% el año pasado respecto de 2019.
Por su parte, en diciembre de 2020 el EMAE registró una contracción de 2,2% en comparación al mismo mes del año anterior y el mayor crecimiento en el período –obviamente– también fue para el sector financiero con +11,3%.
Pero también –producto de la flexibilización del aislamiento obligatorio– comenzó a recuperarse el comercio (+10,7%), la pesca (+6,5%), la construcción (+6,3%) y la industria manufacturera (+4,5%).
El agro, por su parte, en diciembre pasado registró una caída en el nivel de actividad del 3,6% respecto del mismo mes de 2019, lo que se explica fundamentalmente por las enormes dificultades que están atravesando gran parte de las producciones de las denominadas “economías regionales”.