Buena noticia. Se recuperaron los precios de exportación de la carne vacuna argentina. No tan buena. El negocio sigue muy complicado por los derechos de exportación y la “retención cambiaria”.
Los precios de los cortes que integran la cuota Hilton destinada a la Unión Europea, que llegaron a tocar un “piso” del orden de 6000 u$s/tonelada FOB en noviembre del año pasado, en la actualidad cotizan entre 12.500 y 13.000 u$s/tonelada.
El combo de 24 cortes enviado a China, que se compone mayormente de vacas, se paga en una media de 4650 u$s/tonelada FOB, cuando a fines del año pasado se encontraba en torno a 4150 u$s/tonelada.
“La recuperación de los precios en la Unión Europea es una gran noticia porque veníamos de valores muy bajos para la Hilton y la cuota 481; vemos una fuerte recuperación gracias al retorno del consumo y la movilidad”, explicó a Bichos de Campo Fernando Herrera de la Asociación de Productores Exportadores (Apea). “En el otro gran mercado, China, vemos que, luego de los festejos del Año Nuevo, arrancaron otra vez las ventas y con mejores precios”, añadió.
Pero el hecho de los valores hayan mejorado no significa que haya sucedido lo mismo con la rentabilidad. Por el contrario, luego de un 2019 muy bueno para el sector, en el año pasado y en lo que va de 2021 la ecuación económica se complicó.
“Los dólares que ingresan por las exportaciones se liquidan al tipo de cambio oficial menos las retenciones, que son del 9%; ese es el dólar al que vendemos”, explicó Herrera.
La contrapartida del castigo por la doble retención –directa + cambiaria– es que el “retraso cambiario” provoca que el novillo argentino sea actualmente el más caro del Mercosur. Pero eso tampoco representa ventaja alguna para los productores ganaderos argentinos, quienes cobran en pesos y, si quieren dolarizarse, deben hacerlo con el dólar MEP o el Contado con Liquidación (CCL), lo que representa perder buena parte su capital.
“Todos los costos de la ganadería van acompañando a la inflación, que no se modera, y si el tipo de cambio queda fijo, tenemos entonces inflación en dólares, por lo que la mejora del precio de la hacienda no significa mejora de la rentabilidad”, expuso.
A todos esos problemas se suman las señales del “efecto susto” que retrae inversiones. Los rumores o versiones por parte de funcionarios respecto de medidas restrictivas al comercio externo de carne vacuna complican el panorama.
Escuchá acá la entrevista completa a Fernando Herrera:
“El frigorífico que tenía un plan de inversión, frena; el productor que tenía en proyecto hacer más pasturas y tener novillos más pesados; frena; y así podemos poner mil ejemplos. Y si producimos menos y tenemos menos oferta de carne y crece la población, hay una tensión ahí y eso ocurre cuando no hay horizonte claro”, aseguró el empresario.
Herrera agregó que “en Argentina si alguien pregunta cuánto vamos a exportar en cinco años no hay respuesta, todo puede pasar, uno dirá que se van a exportar cinco millones de toneladas y otro que no se va a exportar”.
En definitiva: el gobierno le “patea en contra” a la exportación de carne vacuna, que además debe competir en el mercado internacional con proveedores que tienen mejores acuerdos comerciales con los países importadores.
“El ejemplo más marcado es Japón. Cuando ingresa carne argentina se paga un arancel 40%. Australia, que es competidor y está mucho más cerca, tiene un esquema prefijado de aranceles que tiende a cero y que están hoy en 12%. Eso nos saca del mercado”, explicó el directivo de Apea.
Con respecto a la posible evolución del mercado ganadero en el corto plazo, Herrara dijo que “no diría que vamos a una crisis de oferta, pero sí que va a estar restringida. Se alargaron los engordes, que tendieron a ser más pastoriles; los feedlots tienen una ocupación baja y eso en el corto plazo repercute en una oferta reducida y hace que los precios se mantengan sostenidos e incluso podría haber una nueva suba en el valor de la hacienda”.