El precio del trigo en el mercado estadounidense CME Group está a un paso de alcanzar –en términos nominales– el récord histórico registrado en 2008 debido al conflicto ruso-ucraniano.
Para colmo, China –el mayor consumidor de trigo del mundo– acaba de anunciar que un tercio del área de trigo de invierno está experimentando problemas.
It is safe to say that #wheat futures are trading at record-high levels. The most-active contract is well over $12 per bushel, which happened briefly in early 2008. pic.twitter.com/DrZ0AfbCFI
— Karen Braun (@kannbwx) March 7, 2022
En ese marco, el gobierno de Alberto Fernández cerró el registro de exportación de trigo 2021/22, que a la fecha acumula embarques registrados por 13,7 millones de toneladas.
La cuestión es que el propio Ministerio de Agricultura de la Argentina reconoce oficialmente que la oferta exportable de trigo para el ciclo comercial 2021/22 es de 14,5 millones de toneladas, a la que habría que sumar un stock remanente de 1,72 millones más.
El trigo es un producto básico en la mayor parte de las naciones del mundo y una interrupción de los suministros pone en apuros no solamente a la cadena agroalimentaria, sino también a los gobiernos de los países que dependen de las importaciones del cereal.
La realidad es que son muy pocos los países que están en condiciones de atender la demanda internacional que quedó a la “intemperie” luego de retirada de los dos principales exportadores del producto, Rusia y Ucrania, que se encuentran atravesando un conflicto bélico.
La Unión Europea, EE.UU., Canadá, Australia y Argentina son los únicos “jugadores” que pueden hacer frente a la situación actual de la demanda, pero, mientras que en los cuatro primeros casos el racionamiento se hace vía precios, en el caso de la Argentina el gobierno interviene el comercio exterior y aplica desincentivos para disociar el precio interno respecto del internacional.