El 60% del territorio argentino tiene “una alta predisposición y recurrencia” a los incendios, de acuerdo con una suerte de mapa elaborado por el INTA y el Laboratorio de Procesado de Imágenes (LPI) de la Universidad de Valencia.
¿Por qué son tan proclives la mitad más uno de las tierras a sufrir incendios? Pues explica un informe del instituto oficial que esas tierras se encuentran “bajo condiciones áridas y semiáridas, cubiertas por pastizales naturales, montes de árboles y arbustos naturales”, y por por eso son “ecosistemas con alta predisposición y recurrencia a incendios, ya sea por causas naturales como antrópicas”.
La asociación con el laboratorio español se promovió desde el Instituto de Clima y Agua del INTA Castelar y el INTA Hilario Ascasubi. La idea, cuenta el informe, fue “crear una estrategia para el diagnóstico de niveles de daños por incendios en ecosistemas de pastizales a partir de imágenes satelitales”.
Alejandro Pezzola, del INTA Hilario Ascasubi, explicó que resulta “clave” contar con una metodología propia de diagnóstico para los pastizales de esa región, pues eso permite -tras los incendios- “evaluar los niveles intermedios de daño y monitorear la recuperación de la vegetación”. Para eso se complementará la medición a campo con imágenes de la Agencia Espacial Europea, que son de disponibilidad gratuita.
De ese análisis de datos lo que se obtiene es un mapa que señala la superficie y distribución del daño, las zonas aptas para el ganado y aquellas en las que se debe recuperar la flora original. También se puede registrar cuáles son las zonas más vulnerables a incendios futuros. “Es una herramienta capaz de conjugar rapidez, veracidad y economía de recursos para que instituciones como el INTA puedan aportar soluciones en el territorio”, indicó el técnico.
“Esta cartografía de la severidad se arma apenas termina un incendio y se deja disponible de manera gratuita para su análisis y toma de decisiones, dado que toma la información de índices calculados a partir de imágenes satelitales pre y pos incendio”, agregó Alejandra Casella, del Instituto de Clima y Agua. Según la especialista, es de fácil interpretación, pues se puede decodificar sin necesidad de tener conocimientos técnicos muy específicos, por lo que es una herramienta útil para gran diversidad de usuarios.
La metodología propuesta por el INTA permitirá ahorrar tiempo de respuesta en mediciones complicadas y costosas en campos ganaderos de grandes dimensiones. Ya no habrá que explorar todo el territorio para analizar daños.
“Hasta ese entonces, la mayoría de los modelos derivados de la teledetección estaban orientados al estudio de las consecuencias producidas por incendios en bosques y forestaciones de árboles de gran porte”, explicó Casella. El buevo modelo desarrollado “combina parte del tipo de mediciones de bosques –hasta árboles de bajo porte– con otra metodología creada en el INTA Bariloche, para pastizales de la estepa patagónica”.
Pezzola, en ese sentido, explicó que “la recuperación de los pastizales es diferente a la de los bosques, por lo que tener la información de manera inmediata una vez sucedido el incendio es muy importante”.
“Conocer el daño producido por un incendio es el paso inicial para una recuperación eficaz y de bajo coste de las áreas quemadas”, insistió.
El clima árido y semiárido que predomina en nuestro país condiciona la existencia de ecosistemas de pastizales con predominancia de gramíneas y arbustos de bajo porte, en general de características xerófilas. En estos ambientes, el fuego es un elemento modelador del paisaje y se presenta periódicamente durante el periodo estival, lo que modifica el balance entre pastos y arbustos.
Durante la última década, hubo incendios que afectaron arbustos y pastizales con importantes pérdidas en ganado, infraestructura y biodiversidad de la región sudoeste de Buenos Aires, el noreste de Río Negro y el sudeste de La Pampa. La más significativa fue en el período diciembre de 2016 y enero de 2017, que arrasó con más de 30 mil kilómetros cuadrados.
De allí que los especialistas de Hilario Ascasubi participen de este proyecto para “buscar un método de evaluación del grado de severidad producido por el fuego que permitiera conocer de manera rápida, económica y eficiente las consecuencias y posibles soluciones para definir estrategias de remediación, así como anticipar riesgos”.