Se viene la noche para el sector frigorífico exportador argentino. Las crecientes deficiencias competitivas, provocadas por el “cepo cárnico”, los derechos de exportación y las “retenciones cambiarias”, venían siendo suavizadas por precios internacionales altísimos de la carne vacuna.
La noticia es que ahora esos precios comenzaron a aflojar tanto en el mercado chino como el europeo y existen, adicionalmente, algunas señales preocupantes, como el hecho de que el gobierno chino haya comenzado nuevamente a suspender exportaciones de carne bovina de plantas industriales brasileñas con la excusa de haber encontrado supuestos rastros de Covid-19 en los embarques.
La semana pasada China suspendió de manera preventiva los envíos de una unidad de JBS localizada en Barra do Garça, una de Naturafrig en Pirapozinho y dos de Marfrig en Várzea Grande y Promissão. Y esta semana fueron suspendidas dos más: una de Marfrig en Tangará da Serra y otra de JBS en Barra do Garças. Esa metodología suele ser empleada por el gobierno chino como antecedente inmediato de intervenciones más directas de mercado orientadas a “planchar” los precios de importación de carne vacuna.
El problema reside en que, si ese proceso bajista se consolida, las empresas frigoríficas exportadoras tendrían que reducir ventas externas del producto en una mayor proporción de lo que vienen haciéndolo hasta ahora, lo que haría que el negocio se reduzca a un nivel marginal junto con el ingreso de divisas generado por el sector.
Por ese motivo, hoy el Consorcio de Exportadores de Carnes Argentinas (ABC) alertó que el nuevo marco de precios internacionales “determina reanalizar las operaciones de venta al exterior y readecuar la estructura de costos a fin de agiornar la exportación a esta nueva situación”.
El comunicado de ABC señala como preocupante el hecho de que los valores de la cuota Hilton destinada a Europa bajaran en las últimas semanas de 18.000 a 15.000 u$s/tonelada FOB, cuando, en términos históricos, un precio de 15.000 u$s/tonelada es muy bueno, pero lo que sucede es que es bajísimo para soportar las ineficiencias impuestas por el gobierno argentino.
Los frigoríficos exportadores –tal como anticipó Bichos de Campo– también se quejan de que los valores de la cuota 481 destinada a la UE-27 pasaron de 11.000 a 9000 u$s/tonelada y que cayeron los precios de los cortes enviados a China (el principal cliente en volumen).
“Esta situación repercute directamente en la estructura de costos de las empresas frigoríficas exportadoras, quienes adecuarán sus programas de producción y comercialización a la nueva realidad que se ha configurado”, insistió ABC. En otra palabras: avisan que se seguirán cayendo las ventas externas del producto insignia de la Argentina porque ya no pueden soportar el triple cepo comercial, tributario y cambiario.