El año pasado la filial argentina de Bayer Crop Science, controlante de Monsanto, decidió suspender su negocio de semillas y eventos biotecnológicos en soja a partir de la campaña 2021/22.
Pero eso generó un problema para la industria aceitera porque, mientras que en la Argentina se dejaron de comercializar ciertos eventos biotecnológicos, los mismos siguen estando presentes en Paraguay y Brasil, dos naciones que exportan soja a su vecino del sur en el marco del régimen de admisión temporaria.
Por ese motivo, hoy el Ministerio de Agricultura, por medio de la resolución 28/2022, dispuso la autorización para comercializar granos de soja y productos derivados provenientes del evento MON-87751-7 “con el objetivo exclusivo de ser utilizados como materia prima para el procesamiento agroindustrial”.
La norma aclara que la autorización “excluye la transferencia a cualquier título de semillas de soja con el evento MON-87751-7 con el fin de su comercio, siembra o propagación”.
El evento MON87751 es la “soja Bt” que confiere a la planta de soja resistencia a insectos Lepidópteros, especialmente Rachiplusia nu, Chrysodeixis includens y Anticarsia gemmatalis, además de otras plagas de menor relevancia en soja como Helicoverpa gelotopoeon y Spodoptera frugiperda, mediante los productos de expresión de los genes cry1A.105 y cry2Ab2.
Las proteínas Cry1A.105 y Cry2Ab2 aportadas por el evento MON87751, provienen de la bacteria Bacillus thuringiensis y son endotoxinas con actividad insecticida sobre ciertas especies del orden Lepidoptera.