DeepAgro nació a partir de una tesis preparada por Juan Manuel Baruffaldi al estudiar Ciencias de la Computación en la Universidad Nacional de Rosario. Se trató del diseño de un algoritmo de reconocimiento funcional que permitía diferenciar la maleza del cultivo de soja. Con el título bajo el brazo, regresó al campo familiar en el sur de Santa Fe para comenzar a desarrollar el primer prototipo de esa innovación en una pulverizadora modelo 1995.
Con el tiempo se sumaron al emprendimiento Iván Regali, Marcos Mammarella, Ignacio Cavalieri y Juan Ignacio Cornet para potenciar el sistema de inteligencia artificial (IA) y lograr lanzar en 2022 el primer producto comercial: el sistema SprAI compuesto por una cámara RGB y un programa de reconocimiento de malezas que funciona tanto sobre barbecho como en cultivos de soja y maíz en siembra directa.
El equipo consiste en la incorporación de una línea de trabajo para aplicación selectiva con un pico cada 40 centímetros que mantiene, por su parte, la de aplicación total. Las cámaras RGB se instalan cada 2,0 metros y los registros procesados por cada una permiten controlar –por medio de electroválvulas PWN– cinco picos de forma autónoma, de manera tal que el programa de IA, al detectar una maleza, realiza una aplicación según la prescripción preestablecida.
“El equipo puede instalarse en los anchos completos de cualquier pulverizadora y con cualquier material de botalón”, explicó José Ignacio Canterle del área comercial de DeepAgro.
El algoritmo fue entrenado –y sigue siendo entrenado de manera constante– en base a registros que permiten interpretar el contexto y la morfología tanto de la maleza (objetivo de la aplicación) como del cultivo de maíz o soja. Próximamente también estará disponible para maní, algodón y caña de azúcar.
“El gran beneficio de la tecnología es que se pueden realizar aplicaciones dirigidas tanto en barbecho como en los estadios iniciales del cultivo, inclusive con el surco cerrándose, siempre que, claro, la maleza pueda ser vista y detectada por la cámara”, apuntó Canterle.
El equipo además es útil para poder pulverizar maíces guachos en cultivos de soja, una herramienta clave en la actual coyuntura en la cual resulta indispensable eliminar los refugios invernales de la “chicharrita” del maíz.
“En la Argentina ya contamos con 47 equipos en funcionamiento y se ha comercializado un total de 53; estamos también en Uruguay y en proceso de validar la tecnología en Brasil para expandirnos en ese país”, adelantó en un artículo publicado por Contenidos CREA.
El trabajo realizado dentro del lote se puede ver en la plataforma Acronex, en la que figura información valiosa sobre la aplicación, como los litros aplicados en cada sector, de manera tal de poder calcular el ahorro de producto.
Juan Guazzaroni, empresario agrícola de la zona núcleo pampeana y usuario del sistema SprAI, relató que, al emplear el equipo tanto en barbecho como con el cultivo emergiendo, las experiencias obtenidas “fueron sorprendentes”.
“Una tecnología de estas características requiere un cambio de cabeza al momento de planificar las pulverizaciones, ya que las tareas por calendario dejan de tener sentido y la gestión del sistema agronómico con una mirada sistémica pasa a ser preponderante”, explicó Juan.
“Inicialmente pesamos que el equipo lo íbamos a usar en ciertas ocasiones, pero la realidad es que actualmente lo utilizamos en todas las aplicaciones; nos hemos encontrado con ahorros del orden de 25% de producto en situaciones en las cuales previamente habíamos estimado que no se iba a ahorrar nada”, añadió.
La necesidad de emplear herbicidas de alto costo para controlar yuyo colorado y sorgo de Alepo resistentes contribuyeron a la decisión de invertir en la tecnología en el marco de un plan integral que incluye el uso intensivo de cultivos de servicio.
“La eficiencia de control de malezas problemáticas que hemos logrado en la última campaña ha sido muy satisfactoria, además del hecho de que notamos que los cultivos de renta evolucionan más favorablemente al reducir el volumen de producto utilizado”, remarcó.
Durante el primer año, el empresario empleó al equipo con un solo tanque, pero posteriormente agregó otro tanque y una línea adicional de aplicación para poder agilizar las aplicaciones al usar –en una misma pasada– diferentes caldos con distintas dosis, de manera tal de evitar eventuales problemas que puedan surgir con la pérdida de efectividad derivaba de la mezcla de principios activos.
Agustín Bilbao, asesor CREA Necochea Quequén (región Mar y Sierras), socio del Agroestudio Viento Sur y especialista en aplicaciones dirigidas, contó que el sistema SprAI es uno de los empleados por su equipo para llevar a cabo ensayos en la materia.
“El hecho de esta tecnología cuente con electroválvulas PWN –que permiten ajustar la fuerza de trabajo del equipo durante la pulverización– es algo fundamental para poder distribuir el volumen aplicado en función del tamaño de la maleza”, afirmó.
En lo que respecta a las condiciones presentes en el sur de la región pampeana, donde los rastrojos en siembra directa pueden llegar a adquirir un gran volumen y tapar completamente a las malezas, el especialista indicó que el procedimiento por instrumentar debe adaptarse a cada caso en particular.
“En situaciones de alto nivel de rastrojo en ocasiones se realiza una aplicación dirigida con una cobertura inferior al 10% y luego, si las malezas aparecen ya por encima del rastrojo, se repite la pulverización”, comentó.
Por último, en lo que respecta a las novedades de la empresa, el representante comercial indicó que están desarrollando la incorporación de un sistema por medio de cual será posible variar durante la pasada el volumen aplicado para así aplicar el 100% de la dosis al detectar una maleza y un porcentaje inferior por asignar en el barbecho sin presencia de maleza.
Esa norma, es creada x los accidentes que pueden producirse al circular a muy baja velocidad la maquinaria. Incluso, lo largo que son los convoy de los tractores, con casilla, plataforma, carrito del gasoil… etc. Se puede transportar en carretones o desplazarse hasta el lote con luz de sol y comenzar a trabajar de noche…