En la campaña 2019/20, por primera vez en casi dos décadas de reinado de la soja, la producción de maíz superó a la de la oleaginosa, aunque por unas pocas miles de toneladas. Las cosechas fueron muy parecidas en torno a las 50 millones de toneladas. En esta temporada volverá a suceder lo mismo, aunque con márgenes mucho más amplios originados en el impacto de la sequía: La Bolsa de Rosario espera que haya 50 millones de toneladas de maíz contra solo 45 millones de soja.
El informe de la Guía GEA, elaborado por técnicos de la bolsa rosarina, destacó esta semana que “a pesar de la pandemia, la Argentina sembró área récord de maíz”. Y por fortuna, ese área sembrada no fue tan afectada como la soja por la falta de lluvias.
“El ciclo 2020/21 está terminando con una grata sorpresa: se sembró 1,5 % más que el año pasado, que había sido récord de siembra. Desde el ciclo 2014/15 el maíz no para de crecer: 2020/21 marca por séptima vez que el cultivo viene sumando hectareaje de manera ininterrumpida en Argentina”, celebró este análisis.
Hasta ahora, de todos modos, los pronósticos sobre la actual cosecha de maíz eran reservados, por la falta adecuada de precipitaciones durante todo el ciclo. “La sequía y el escenario mundial por la pandemia generaron mucha incertidumbre y hasta hace un mes se estimaba un área sembrada menor a la 2019/20”, reconoció la BCR. Pero de inmediato celebró que “la tecnología permitió hacerle justicia al maíz y corregir los guarismos”.
En definitiva, un relevamiento satelital que realizó GEA en la región núcleo indica que se sembraron allí casi 300 mil hectáreas menos de soja y más de 250 mil hectáreas extras de maíz respecto a lo que se estimaba. En Entre Ríos, el sistema SIBER de la Bolsa de Entre Ríos, advirtió lo mismo y hay allí casi 45 mil hectáreas de maíz y 70 mil menos de soja.
“Con estos y otros ajustes que se realizaron, la siembra de este año pasa de 7,1 millones de hectáreas estimados en marzo a 7,36 millones, superando por más 100 mil hectáreas a su ciclo predecesor”, precisó el documento, que además estimó que 6,36 millones de esas hectáreas serán destinados a “grano comercial”, es decir maíz que se vende y no será para autoconsumo.
“Evidentemente, la tendencia llegó para quedarse: año a año el maíz crece, el trigo crece y la reina de los cultivos, la soja, pierde presencia en Argentina”, indicó la BCR.
Su previsión de producción, entonces, es de 50 millones de toneladas de maíz. Surge de multiplicar la nueva superficie de siembra por un rinde nacional promedio de de 78,6 quintales por hectárea.
En este desempeño del maíz tallará fuerte la provincia de Córdoba. “Tras el desastre productivo del trigo, Córdoba tendrá cosecha récord. Y esto será un puntal fundamental para sostener la producción maicera nacional ya que aportará el 42% del volumen total”, con 21 millones de toneladas. Allí el rinde llegaría a los casi 91 quintales.
La reina soja, en tanto, continúa viviendo un lento pero claro declive. Según este informe, de los 20 millones de hectáreas que se sembraban hace siete años, la oleaginosa ha caído año a año hasta perforar en este ciclo 2020/21 la barrera de los 17 millones de hectáreas.
“Con los ajustes realizados por satélite sobre la región núcleo y en Entre Ríos y cambios sobre otras zonas, la siembra argentina se estima en 16,9 millones de hectáreas, y la superficie cosechable en 16,2 millones. Finalmente, la caída interanual en área sembrada es de 1,7%”, definió el GEA.
Además aquí la sequía impactó de peor modo. Con 30% del área nacional ya cosechada, se profundizan las diferencias de rindes. “Por un lado en Entre Ríos se acerca a una media provincial de 13 quintales por hectárea y por el otro Córdoba se afirma en su nivel productivo, cada vez más cerca de los 33 quintales”.
Por ahora, en este escenario, la Bolsa de Rosario estima que la producción de soja sería en total de 45 millones de toneladas, muy por debajo de la de maíz.