San Juan atraviesa una de las peores sequías según los registros de los últimos cien años. Del agua de deshielo que almacenan en distintos diques, el 70% se destina al riego y el otro 30% al consumo y la industria. A pesar de los intentos por racionalizar las reservas, desde la provincia estiman que para el año próximo habrá la mitad disponible de lo que se tiene hoy.
En medio de este panorama gris, durante la cuarta edición de la feria de emprendedores realizada por la Universidad Siglo 21, un proyecto que busca reactivar pozos de extracción de agua, a través del uso de paneles solares, se destacó por sobre el resto.
Labranza TEC es el proyecto ideado por Ernesto Olivera, un licenciado en administración agraria y contador público, que además es viñatero. Como tal, conoce de cerca los problemas de faltante de agua.
“Por los altos costos de la energía eléctrica, se han abandonado perforaciones donde se extrae agua de las napas subterráneas. Si bien ya hay proyectos de energía fotovoltaica en la propiedad privada, se buscó ofrecerle esta misma idea al gobierno”, contó a Bichos de Campo.
La iniciativa busca usar las perforaciones ya existentes, que cuentan incluso con bombas de extracción ya instaladas, y colocar paneles solares para reactivar su actividad de una forma económica y sustentable. De esta manera se podría inyectar más agua a los canales de riego y disminuir los daños causados por la evapotranspiración en los caudales de los ríos.
“Para esta temporada se estima que alcanzaría, pero si seguimos con estos cambios climáticos es posible que el agua no baste. Todas estas perforaciones son patrimonio del Estado”, insistió Olivera.
Por suerte para él y para todos los que dependen del riego, el perfil del proyecto ya fue aprobado por las autoridades y se encuentra en la etapa de prefactibilidad. Las primeras pruebas se realizarán en el departamento de Pocito que cuenta con 16 pozos listos para ser reactivados.
El proyecto aborda también la necesidad de realizar capacitaciones sobre riego que permitan aumentar la eficacia y eficiencia del mismo. También habrá capacitaciones sobre la correcta colocación de los paneles, que Olivera espera que puedan ser fabricados en el país.
Si la iniciativa progresa, este emprendedor no descarta que otras provincias que estén en condiciones similares en la falda del cerro, como Mendoza, La Rioja y Neuquén, puedan sumar esta tecnología.