La Fundación Barbechando, que sigue a diario la actividad parlamentaria que se realiza sobre el sector agropecuario en el Congreso, difundió un estudio que muestra el manejo de los recursos del Estado y cómo la agroindustria debe insistir en la asignación eficiente de los fondos.
“Lo que más analizamos cada año es el Presupuesto, y nos cuesta ver cuánto de lo que el Estado recauda vuelve al agro. Después de todo el agro le da una buena inversión al Estado, ya que aporta el 40% de la recaudación nacional tributaria”, explicó a Bichos de Campo Álvaro Tomás, directivo de esa Fundación.
Entre los estudios que inspiraron el trabajo de la Fundación que integra Tomás, figura uno de la Fundación Producir Conservando, donde se estimaba ese aporte del agro al Estado en materia tributaria. Ahora el documento de Barbechando apunta a analizar cuánto de ese presupuesto se gasta en la comunidad agroindustrial.
“Estamos acostumbrados a reclamar que baje la presión impositiva, menores tasas de interés, que baje el gasto público, pero nos cuesta mas ver cuánto de lo que el Estado recauda vuelve al agro”, comentó Tomás.
Escuchá lo que nos decía Alvaro Tomás:
En este sentido, el informe determina que el Presupuesto 2019 “suma 6 billones de pesos, y de todos los ítem, Salud, Educación y Jubilación se llevan cada año cerca del 55% del mismo. Por eso hay que ver el presupuesto tanto de Nación, como provincias y municipios, considerando antes que nada el agregado de valor en origen y cuánto dinero se destina a las ciudades del interior, ya que es una forma de analizar cuánto se invierte en empleados capacitados, educación y salud”.
El otro punto importante para Tomás es el de “la infraestructura, que es lo más grande y fácil de ver en el presupuesto; es decir, cómo están las rutas, los canales navegables, zonas de riego, vías férreas y conectividad”.
Ver: Álvaro Tomás: Se utiliza al Congreso como tribuna política
También el rubro Investigación y Ciencia debe ser observado dentro del presupuesto. “El gasto más importante se hace en el INTA, tanto nacional como provincial, siguiendo luego por la parte de regulación y control de parte del Senasa, y el área de Promoción y Comercio de productos tanto a nivel nacional como internacional”.
“Esa es la pirámide agroindustrial dentro del presupuesto, para ver quién les da dinero, cómo llega y en qué se convierte. Cuando mirás el todo ves que Nación es la que se lleva la parte del León”, consideró el economista.
Por último, Tomás recordó que “en nuestro país, cerca de 18 millones de personas viven en municipios de menos de 100.000 habitantes, donde la actividad agroindustrial es predominante. Esos vecinos deben ser nuestros principales aliados a la hora de reclamar políticas públicas para el desarrollo del interior”.