Alina Ruiz es cocinera y vive en la chacra de cucurbitáceas que comparte con su familia en las puertas de El Impenetrable, Chaco, donde tiene también su restaurante en el que ofrece “comida kilómetro cero”, porque el menú se basa en lo que se produce en el mismo establecimiento.
Todo iba muy bien hasta que llegó la pandemia: luego de tener cerrado 165 días corridos, en junio 2021 las cosas parecía que se iban acomodando pero entonces Alina se contagió Covid y estuvo internada con asistencia respiratoria durante 9 días. Debido a que el período de recuperación de su salud fue largo, el restaurante estuvo cerrado dos meses más. Pero hoy, en septiembre 2021 ha vuelvo a abrir y Alina, pomelada conf rutos de sus propis árboles de por medio, nos cuenta su experiencia.
-En septiembre de 2020 hicimos una entrevista donde volvía a abrir el restaurante después de 165 días de haber estado cerrado por COVID. ¿Cómo fue el proceso?
-Lento. Abrir el restaurante dependía de las restricciones locales, con lo cual tomábamos pocas reservas y comenzamos a abrir los domingos para ofrecer almuerzos al aire libre con el objetivo de agregar más mesas ya que aquí se permitía más cupo en reservas si era al aire libre. Luego estuvo cerrado por los problemas de salud que tuve y hoy, finalmente, ya estamos abiertos de nuevo.
-¿En qué le cambió la pandemia la forma de llevar adelante su restaurante?
-Cambiamos mucho luego de que yo me enfermara, no en la manera de cocinar ni de presentar los platos, sino en el modo de atender y en la cantidad de reservas, ya que debíamos reducir la cantidad de personas en el salón.
-¿A qué distancia está del acceso al Parque Nacional El Impenetrable?
-Nuestra Finca Don Miguel y Anna Restaurante de Campo están a 116 kilómetros; un poco más de 2 horas de viaje teniendo en cuenta que los caminos son la mayor parte de tierra.
-¿Está trabajando con turismo?
-Desde que la zona que rodea al Parque Nacional del Impenetrable está siendo promovida como una opción de turismo de naturaleza, nosotros tenemos reservas de personas del extranjero, de distintas provincias de la Argentina como también clientes locales.
-¿Qué le pide el turista y qué es lo que más le gusta/sorprende?
-El turista y los locales entienden y se adaptan muy bien a la oferta del menú degustación donde como anfitriones intentamos que en ese menú de 7 pasos las personas puedan probar todas las carnes que tenemos y las diferentes verduras de la huerta. Lo hacemos en porciones muy chicas para que puedan degustar todos los pasos.
-¿El Parque ha sido un impulso para el restaurante?
-No ha sido un impulso aunque sí nos ha ayudado. El restaurante trabaja mayormente con clientes locales.
-¿Está elaborando o investigando algún nuevo producto o plato?
-Sí, con la idea de darle valor agregado a la algarroba como producto autóctono de la zona. Se trata del primer Whisky de algarroba.
-¿En serio whisky de algarroba?
-Claro. El monte es fuente de infinidad de recursos, solo hay que ponerlos en valor. Lo estamos desarrollando junto con Del Sur Secret Distillery, una destilería experimental patagónica de los hermanos Puricelli, en Cipolletti. Confiamos en ellos para elaborar nuestra primera cerveza de algarroba y ahora estamos en la segunda etapa de nuestro propio whisky.
-¿Usted y su familia cosechan la materia prima?
-Así es: recolectamos la algarroba, que es la vaina del algarrobo, elaboramos las diferentes moliendas y luego enviamos el producto para que ellos comiencen el proceso de destilación. Es apasionante.
-¿Hay algo positivo que pueda sacar de este tiempo de pandemia?
-¡Sí!: la capacidad de superación. Apenas comencé a sentirme mejor luego de haber estado con Covid y de todo lo que eso trajo, acepté dar clases en una Tecnicatura Superior en Gastronomía aquí en la ciudad de Castelli.
-¿Y al monte volvió?
-Volví a entrar al Impenetrable profundo a seguir con las capacitaciones en gastronomía a las mujeres locales del Paraje La Armonía, en las puestas del Parque Nacional. Y también sigo con el restaurante, con lo cual siento que esta pandemia nos ha sacudido fuerte pero seguimos de pie.