No hay que alegrarse con la desgracia ajena, pero cuando las noticias que llegan son relevantes para la supervivencia, bien se permite una sonrisa.
Las noticias que llegan son que se prevén caídas en los volúmenes de exportación de arándanos tanto de Perú como de Chile en la temporada 2023/24. Estos dos países, los líderes en Sudamérica en cuanto a la producción de este berry, compiten directamente por los mercados con el arándano de origen argentino, que en los últimos años experimenta un declive preocupante.
Por un lado, según contó el sitio especializado Fresh Plaza, ya se descuenta que las exportaciones de arándanos frescos por parte del Perú en la campaña 2023/24 registrarán una disminución debido al clima. La Asociación de Productores de Arándanos del Perú (Proarándanos) proyecta una caída de entre 15 y 20% en volumen respecto a la campaña anterior, cuando alcanzó la cifra récord de 285.000 toneladas.
En el país andino, que se ha convertido en la gran potencia mundial en materia de arándanos en contraestación, las altas temperaturas registradas en las últimas semanas no han permitido que el cultivo reciba las horas de frío necesarias para desarrollar el proceso de floración del fruto, provocando el retraso de la campaña de arándanos frescos.
Este retraso ha provocado que el pico de oferta se desplace de septiembre/octubre a los meses de noviembre/diciembre. Además, se espera que haya más fruta en los meses de febrero y marzo respecto a meses similares de campañas anteriores.
Por su parte, el Comité Chileno de Arándanos (Asoex), en su primera estimación para la temporada 2023/24, indicó que Chile exportará 82.000 toneladas de arándanos frescos esta temporada, un 6% menos que el ciclo anterior.
Chile tiene este año 18.071 hectáreas plantadas de arándanos, un 2% menos que en 2022. “Esta disminución de superficie se debe al arranque de 1.164 hectáreas con variedades antiguas con menor productividad y a la plantación de 607 hectáreas de nuevas variedades”, afirmó Andrés Armstrong, director ejecutivo del Comité de Arándanos. “Las hectáreas de nuevas variedades, a la fecha, superan el 20% del área plantada y deberían presentar incrementos de producción más significativos en las próximas campañas”, explicó.
Según esa fuente chilena, “aún es pronto para saber qué impacto tendrá el fenómeno climático de El Niño en nuestros periodos de producción y cosecha. Las lluvias intensas en regiones con grandes superficies de arándanos se produjeron antes de la floración, por lo que no han tenido un gran impacto en la producción. Por otro lado, la menor acumulación de horas de frío, fenómeno que ha afectado fuertemente la producción de arándanos en Perú, tendrá un impacto menor en Chile, ya que se presentó en regiones donde la producción de arándanos no es relevante”, explicó.
Como sea, ambas retracciones podrían ser determinantes para una recuperación parcial de las exportaciones de arándanos de la Argentina, que es mucho menor y compite por los mismos mercados.
“La merma de Perú, algunos hablan del 35% o 40%, generó cierto interés por la fruta de Argentina, como una oportunidad ante la carencia de la fruta desde la ventana temprana. Con lo cual se generó una oportunidad y una demanda de fruta por parte de distintos mercados, lo que hace que Argentina hasta el momento pudiera aprovechar el inicio temprano de los primeros envíos. Y también los precios son razonablemente satisfactorios”, declaró unos días atrás el presidente del Comité Argentino de Blueberries, Jorge Pazos.
Pero el productor local aclaró: “En términos de volumen Argentina está estancada hace varios años. Quienes seguimos en la actividad no esperamos un crecimiento significativo, pero si hemos trabajado en un recambio varietal para estar en condiciones de competitividad”. A modo de ejemplo, citó que “se certificaron la mayoría de los campos y hoy el 85% de la producción de Argentina es orgánica, que entendemos que es una ventaja competitiva al momento de salir a buscar mercado”.
Esta perspectiva favorable, que habrá que ver por cuánto tiempo se mantiene, resulta un bálsamo respecto del año terrible que pasaron las exportaciones de arándanos en la temporada pasada. Se vendieron unas 3.500 toneladas de la fruta, la mitad que el año anterior.