El Orobanche, jopo, o jopo del girasol, es una planta erecta de 40-65 centímetros, formada por un tallo pubescente-glanduloso, generalmente amarillento o blanquecino, con esbozos de hojas escamiformes sin clorofila.
Al ser una planta angiosperma holoparásita, entra en contacto con la raíz del huésped, y penetra a través de la corteza para extraer agua y nutrientes minerales y orgánicos. Se convierte en un tubérculo en la superficie de la raíz y alcanza un diámetro de 5 a 20 mm.
Los ataques de jopo pueden poner en peligro la producción de semilla de girasol. Las pérdidas pueden suponer el total de la cosecha si no se siembran híbridos genéticamente resistentes a esta maleza.
Con esta carta de presentación extraída del Sistema Nacional de Vigilancia y Monitoreo de plagas (SINAVIMO), perteneciente al Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA), el Orobanche mete miedo.
Esta maleza está ausente en Argentina, pero recientemente se detectó en Bolivia, y encendió las alarmas del Senasa, que inició medidas de monitoreo y prevención para evitar que entre en territorio nacional.
De acuerdo a lo que informó el organismo, tanto desde el ámbito público como desde el privado se están aunando esfuerzos, con el objetivo de definir estrategias articuladas para trazar una red de vigilancia para la detección temprana y control de la plaga, en caso de una eventual incursión de la misma.
En Argentina, Orobanche cumana es considerada una plaga ausente, de importancia cuarentenaria. Es por ello que el Senasa establece requisitos fitosanitarios específicos para el ingreso de semillas de países donde está presente.
El ciclo de vida de O. cumana se desarrolla la mayor parte del tiempo bajo tierra. La germinación de las semillas de la planta parásita tiene lugar en presencia del girasol, pues ocurre por efecto de sustancias estimulantes segregadas por las raíces de éste. La plántula de la parásita muere si en los primeros días no encuentra y parasita a la raíz del girasol.
Entre las sustancias inductoras de la germinación de la maleza se encuentran las hormonas llamadas estrigolactonas, cuya producción parece aumentar en las plantas de girasol cuando hay déficit de fósforo en el suelo. Por esto, en algunas ocasiones se asocia un déficit de fósforo en el suelo con la estimulación de la germinación de las semillas de jopo. Al emerger a la superficie O. cumana lo hace en forma de unos tallos sin hojas que darán lugar a las flores y éstas a unas minúsculas semillas.
Cada individuo puede producir más de 500.000 semillas. Las semillas son muy pequeñas, 0,2 mm de largo y permanecen viables en el suelo hasta 20 años después de su formación, por lo que un campo infestado con jopo seguirá siendo susceptible a esta planta parásita durante un gran periodo de tiempo. De forma natural el jopo está asociado a la hierba adventicia artemisia (Artemisia spp.), en cuyas raíces también puede establecerse.
Se cree que la ausencia de O. cumana en las regiones productoras de girasol de América del Sur, está asociada con temperaturas invernales más cálidas que no son adecuadas para que esta especie se establezca.
Las semillas se dispersan fácilmente de forma natural por el viento y el agua y pueden introducirse accidentalmente en una nueva área como contaminante de las semillas de girasol. La detección de las semillas mediante inspección visual es casi imposible.
La dispersión natural de las semillas de Orobanche es a través del viento o el agua. Otra forma de dispersión es a través de vectores como el ganado, ya que las semillas sobreviven al paso del tracto digestivo del animal, después de la ingestión y a su vez pueden adherirse a las patas y al pelaje. La introducción accidental de O. cumana puede ocurrir, localmente, a través del movimiento del suelo en vehículos o a largas distancias como contaminante de otros cultivos.