La situación de faltantes de fitosanitarios presente en el último año podría llegar a agravarse en caso de que persista el endurecimiento de las restricciones cambiarias que muchas empresas vienen experimentando en las últimas semanas.
No se trata solamente de una cuestión local, porque a nivel mundial siguen presentándose diversas restricciones productivas y logísticas derivadas de la pandemia de Covid-19.
De hecho, el pasado 11 de febrero la propia Bayer Cropscience en Alemania anunció que por razonas de “fuerza mayor” –una “falla mecánica” en una planta industrial de uno de sus proveedores clave– las entregas pautadas de glifosato podrían experimentar inconvenientes.
Pero ese problema global se potencia en la Argentina con las dificultades y demoras en el ingreso al país de fitosanitarios formulados y principios activos porque las autoridades del gobierno nacional retacean licencias de importación, además de liberar divisas a cuentagotas en el marco del “cepo cambiario”.
“Los productos más complicados son aquellos que ya vienen formulados, como es el caso del metsulfurón, dado que, al momento de importarlos, se experimentan serias dificultades para poder acceder a divisas al tipo de cambio oficial”, manifestó a Bichos de Campo Lionel Camps, director Ejecutivo de la Cámara Empresaria de Distribuidores de Agroquímicos, Semillas y Afines Bonaerense (Cedasaba)
En lo inmediato, también están faltando algunos insecticidas para el cultivo de soja, los cuales son indispensables para realizar controles en aquellas zonas que no fueron afectadas por la restricción hídrica.
“El año pasado los faltantes de productos se cubrieron en buena medida con stocks remanentes tanto de las empresas como de los distribuidores, pero eso ya no existe en la actual campaña, lo que permite vislumbrar que el escenario puede llegar a ser muy complejo de aquí en adelante”, advirtió.
En lo que respecta a la demanda, debido a la sequía que afecta a gran parte de las regiones productivas, no se evidencia, en general, apuro alguno por parte de los productores de anticipar compras para la próxima campaña de granos finos.
En cuanto a los fertilizantes, existe disponibilidad interna del producto y se espera que próximamente la baja de precios registrada a nivel internacional se replique en el mercado argentino.
“Entendemos que la producción agropecuaria es el motor económico de la Argentina y necesitamos estos insumos clave para poder asegurarla”, expresó Camps.