Mediante un decreto publicado este martes en el Boletín Oficial, el gobierno de Alberto Fernández decidió abrir una ventana de 60 días, a partir de ahora, para que las plantas de faena puedan exportar cueros salados o sin curtir, de modo de que puedan desagotar la inmensa cantidad de cueros bovinos que se fueron acumulando durante estos meses, especialmente a partir de que las curtiembres se negaron a recibir esa materia prima en los primeros tramos de la cuarentena.
Después de ese lapso, todo volvería a la normalidad. Es decir se restablecerían los derechos de exportación adicionales a la exportación de cueros sin curtir, un régimen de protección industrial que vienen desde la década del 70 y que permite a un puñado de empresas curtidoras manejar a su antojo el valor de su materia prima. Siempre lo decimos aquí en Bichos de Campo: no existe otra explicación para que los cueros de los vacunos argentinos valgan la mitad o menos que los cueros de las vacas yankees.
Con el decreto, Alberto Fernández habilitó esta ventana temporal para exportar cueros sin curtir porque ya no quedaba lugar para guardar ese subproducto de la faena. Como las curtiembres han estado cerradas por largas semanas, días atrás el Ceamse habilitó que esos cueros se entierren en el cinturón ecológico. Pero este manejo implica un alto costo para los frigoríficos.
“La crisis sanitaria global provocada por la pandemia determinó una fuerte caída en los niveles de exportación de cueros, lo cual generó la acumulación de estos en la industria frigorífica, con consecuencias ambientales y sanitarias indeseadas, que ponen en riesgo el mantenimiento de la actividad”, afirmó el decreto del gobierno, que utiliza la crisis del Covid-19 como excusa para todo..
La ventana habilitada por el gobierno será temporal, por escasos 60 días. No será un cupo físico, como el de 2 millones de cueros sin curtir libres de aranceles de exportación que había establecido Mauricio Macri a horas de dejar el poder. Curiosamente, aquella medida de Cambiemos tomada muy a destiempo (Macri había prometido durante cuatro años que iba a liberar ese comercio) tampoco se aplicó. A poco de asumir, el nuevo gobierno la derogó.
En abril pasado, una decena de diputados nacionales de la UCR y el PRO acompañaron un proyecto de resolución presentado por Jorge Vara, ex ministro de la Producción de Corrientes, para que el Poder Ejecutivo suspenda por seis meses las retenciones adicionales que protegen a la industria curtidora. Esta medida se toma apenas por dos meses.
Los cueros comenzaron a sobrar por todos lados en los frigoríficos desde que, al inicio de la cuarentena obligatoria, las más importantes curtiembres dejaron de ir a retirarlos como era costumbre. Pare evitar este congestionamiento, el gobierno declaró de inmediato a la industria del curtido como una “actividad esencial”, pero no obtuvo resultado. Las empresas de ese sector se amparan en en el argumento de que nadie quiere más cuero en el mercado internacional, y que por lo tanto no tiene sentido seguir operando.
Cosecharás tu curtiembre!!!
Bien hecho, me gusta, así debe ser. Ojalá éste gobierno popular, suba las retenciones al 101%. Para que toda actividad agricola desaparezca, y el país
se funda en un alud de estiercol y planes sociales. Así tiene que ser. Así eligió el campo en octubre. Vox populi, Voz Dei.
O no querían ésto?
O no arrasó Axel, Cristina y Alberto en la provincia de Buenos Aires?
Acá tienen!
Bien hecho!
Me pongo de pie, los aplaudo y los felicito; a todos los trabajadores del campo de la provincia de Buenos Aires.
Lo lograron!
Ahora sí, a morirse de hambre!
Perón, Perón, qué grande sos!
Cállese la boca por favor
Mauro porq no compras vos los cueros y te lo curtis ya que tan sabio sos viste como dejo el pais eco el señor macri seguro sos de esos que bailaban si fuera por macri nos mataba a todos y bueno ahora el conavid19 quedate en casa y no hables boludeses
Hay que plaudir a los empleados del campo que ganan miseria y no á los dueños del campo que no conocen al campo ni a los empleados